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Entrevista:RAFAEL CAMACHO | Director general de la RTVA y presidente de la FORTA

'Si no se pone orden, el mercado audiovisual acabará como una selva'

El director general de la Radiotelevisión de Andalucía (RTVA), Rafael Camacho (Córdoba, 46 años) ha sido elegido recientemente presidente de la FORTA, el organismo que agrupa a las televisiones autonómicas. Su prioridad inmediata es renegociar los derechos del fútbol. En la entrevista, insta al Gobierno a reordenar el mercado audiovisual.

Pregunta. ¿Qué proyectos tiene en su presidencia de la FORTA?

Respuesta. En primer lugar, por su dimensión, la negociación de los derechos del fútbol para las próximas temporadas. Va a ser difícil porque han cambiado los supuestos sobre los que se basaba el coste de estos derechos. Tenemos que llegar a un punto de encuentro porque las televisiones no estamos dispuestas a pagar más dinero y los clubes quieren que se mantenga o suba. También tenemos que reforzar la cooperación interna. Hay que avanzar en la producción conjunta, teniendo en cuenta que el mercado televisivo es cada vez más competitivo y en la FORTA tenemos que aprovechar todas las posibilidades que nos da ser ocho entes públicos asociados para poder competir casi en igualdad de condiciones con las televisiones nacionales generalistas. Y además, promover desde esta instancia la necesaria reordenación del mercado audiovisual, que debe acometer cuanto antes el Gobierno.

'Las televisiones no podemos afrontar el nivel de gasto de los derechos del fútbol'

P. ¿En qué sentido?

R. Esto viene exigido por los operadores de televisión, tanto públicos como privados; por las nuevas tecnologías, hablo de la televisión digital; y por la necesidad de reordenar el espectro de radiofrecuencias. Esto es muy importante porque si no se pone orden ni concierto el mercado audiovisual acabará casi como una selva.

P. ¿Se ha acabado el maná de las televisiones para el fútbol?

R. No lo diría así, pero es verdad que es insostenible para las televisiones pagar esos importes desorbitados por los derechos del fútbol. En el futuro las televisiones públicas y privadas no estamos en condiciones de afrontar ese nivel de gasto.

P. ¿El fútbol no es un negocio tan magnífico como se creía?

R. Ha pasado fundamentalmente que las audiencias del fútbol han sido, al menos para las televisiones en abierto, decrecientes. El pay per view ha capturado mucha de la audiencia que teníamos las televisiones en abierto. Por otra parte, hay que admitir que ciertos fenómenos, como el pirateo de tarjetas, ha permitido a muchos telespectadores seguir el fútbol al margen de las condiciones normales, que son el pay per view o la televisión en abierto. El fútbol, hace cuatro o cinco años, tenía audiencias impresionantes y hoy son sólo los grandes clubes los que concitan más interés.

P. ¿Qué opina de la fusión de las plataformas digitales?

R. Es una fusión inevitable desde el punto de vista empresarial y dadas las circunstancias financieras. Entiendo que hay que poner cautelas para que no afecte a la competencia y no influya en el pluralismo que debe garantizar un Estado. No creo que la fusión de las dos plataformas en sí atente contra el pluralismo, puesto que la cuota de mercado que tienen es muy reducida. Atentaría contra el pluralismo en la medida en que afecte a los dos grupos que patrocinan las plataformas. La fusión era inevitable, el mercado español da sólo para una plataforma digital.

P. ¿Qué impacto están teniendo las televisiones locales?

R. Las televisiones locales, que proliferan, se multiplican, cada día tienen más cuota de audiencia, pero lo fundamental es que haya una reordenación del mercado audiovisual, en lo que es la asignación de frecuencias del espectro radioeléctrico. Las televisiones locales están en situación de alegalidad y es importante que se les dé la condición de legales, entre otras cosas para reordenar ese espectro y que no haya problemas de interferencias de frecuencias entre las televisiones locales y las de ámbito superior.

P. Hace poco, hablando de los resultados de 2001 del grupo RTVA, volvió a hablar de insuficiencia presupuestaria.

R. Cuando llegué a la RTVA detecté una insuficiencia presupuestaria que era exponente del crecimiento que ha tenido este grupo, que tiene tres canales de televisión y tres de radio y ha aumentado mucho sus horas de producción y emisión. Y ese crecimiento no se ha visto correspondido con el crecimiento del presupuesto y mucho menos con el de la subvención pública. Eso se está mejorando paulatinamente por dos vías: control del gasto y mejora de la subvención pública. He propuesto formular un modelo que garantice una financiación estable y suficiente y se va avanzando.

P. En cualquier caso se trata de una decisión política.

R. Tiene mucho de decisión política porque se trata de un grupo empresarial público que depende en el 60% de su presupuesto de la subvención pública.

P. ¿Le gustaría ver a Canal Sur fuera de la lucha política?

R. Lo que me gustaría es que desde el debate político se valorara también la dimensión empresarial, la rentabilidad económica y social del grupo RTVA. El grupo no es sólo el contenido de la programación de un canal o de otro, sino que es un grupo que tiene más de 1.300 empleos directos y muchos más indirectos y que tiene una gran dimensión estratégica para Andalucía.

P. La crítica a la programación de Canal Sur sigue siendo constante, sobre todo de la oposición.

R. Pero la mayoría de los andaluces no opina así, según las encuestas. Y casi siempre esa crítica se hace por razones extrínsecas. El problema es que una de las características de la noción de servicio público en la televisión es la diversidad. Eso significa que tenemos que programar para todos los públicos. Cuando digo diversidad, quiero decir que en Canal Sur TV conviven programas como el de María del Monte o Senderos de gloria con programas como El siglo de las luces, Andalucía Directo, Tierra y mar y Los Reporteros. Y hacemos también Canal 2 Andalucía, con audiencia y prestigio crecientes.

P. ¿Cómo conjugar esa programación tildada a veces de chabacana con la segunda modernización?

R. Sólo desde la ignorancia se puede sostener que la copla o el humor es incompatible con la segunda modernización. La RTVA es un instrumento clave para seguir modernizando Andalucía. En el sentido de que las nuevas tecnologías provocarán, si no se pone remedio, una sociedad dual, dividida entre quienes tienen acceso a las tecnología y quienes no. Y el televisor se va a convertir ya en el gran terminal de la sociedad de la información. Es decir, en un televisor tendremos no sólo las programaciones, sino también un ordenador y acceso a internet. Por consiguiente, será a través del televisor como podamos evitar esa dualización social. En la televisión digital que viene van a ser fundamentales los servicios digitales adicionales (SDA). Esto significa la teleformación, el teleempleo, la comunicación con las administraciones públicas... Esa función la va a cumplir el televisor. Por eso digo que la RTVA es un instrumento clave para evitar la sociedad de inforricos e infopobres.

P. ¿Hasta que punto tiene la RTVA alguna responsabilidad en la macrofiesta de Málaga?

R. La RTVA no tiene ninguna responsabilidad. Hemos hecho lo que teníamos que hacer: investigar, aclarar y depurar responsabilidades de algunos profesionales de la RTVA cuya implicación en la fiesta pudiera haber inducido a confusión. He dado explicaciones en cinco consejos de administración de la RTVA y en el Parlamento de Andalucía sobre esta cuestión. Y por ejemplo, no ha dado ninguna explicación el Ayuntamiento de Málaga, que concede de oídas y gratis un recinto público a un particular para un negocio privado. Depuraremos las responsabilidades justas y necesarias, pero hay que mirar globalmente la situación y que cada palo aguante su vela.

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