El desarticulado 'comando Madrid' iba a matar a dos policías con una bomba lapa
Dos policías de la comisaría del distrito madrileño de Centro eran el objetivo contra el que pretendían atentar los miembros del desarticulado comando Madrid, detenido el miércoles en el barrio de Vallecas. Según fuentes de la investigación, habían localizado a dos agentes que siempre almorzaban en el mismo restaurante. Estos dos policías, a los que pretendían poner una bomba lapa en el coche, habían sido seguidos por los etarras durante bastante tiempo, por lo que conocían 'con total precisión' sus datos y movimientos.
El pasado martes fueron detenidos en el número 33 de la calle de Ramírez Tomé, en la zona del Alto del Arenal de Vallecas, los supuestos etarras Imanol Miner Villanueva, de 26 años, y Miguel Guillermo San Argimiro, de 39. En la operación logró escapar, por la descoordinación entre el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, otro integrante del comando, supuestamente identificado como Balbino Olarra. Horas después, agentes del instituto armado registraron un piso franco de la banda, en la calle de Piamonte, en el distrito de Centro.
Fuentes de la investigación señalaron ayer que la Guardia Civil aceleró las detenciones de los dos supuestos etarras, ya que éstos tenían previsto colocar la bomba lapa que llevaba uno de los detenidos en una mochila en el momento de ser arrestado. Los presuntos etarras tenían previsto cambiar de coche: iban a dejar el Renault Clío que había sido identificado por la policía. El vehículo había sido robado una semana antes en el barrio de Aluche. Para desplazarse hasta Centro iban a coger un Renault 19, matrícula M-0484-KL, también sustraído.
Según las citadas fuentes, los supuestos etarras habían seguido durante las últimas semanas a dos policías de la comisaría de Centro. Éstos solían comer siempre en el mismo restaurante y a la misma hora. Además, como se desplazaban en el vehículo oficial, lo estacionaban siempre en la misma zona, lo que facilitaba la colocación de la bomba lapa. 'La detención se produjo alrededor de la una de la tarde, una hora antes más o menos de que fueran a colocarla', señalaron las citadas fuentes.
La bomba lapa estaba formada por unos dos kilos de explosivos. Además estaba compuesta por ampollas de mercurio. La burbuja de este metal, que permanece en estado líquido a temperatura ambiente, se coloca ligeramente inclinada en la fiambrera y conectada al detonador. Una vez que es adosada al coche, los movimientos del vehículo hacen que el metal se estire y toque los extremos de la ampolla, con bornes de metal, lo que cierra el circuito y provoca la explosión.
Documentación
'La forma en que actúan los nuevos comandos ha cambiado mucho en los últimos años y cada vez hacen más sostificadas las bombas', señalaron fuentes de la investigación. Los investigadores analizan aún la documentación incautada, entre la que se encuentran cinco cuadernos y tres carpetas con unos 1.400 nombres de posibles objetivos. La información incluía miembros del PP y del PSOE, de la última promoción de policías, jueces, periodistas, empresarios y militares. Entre los primeros objetivos estaba el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno.
En el piso franco fueron hallados 185 kilos de dinamita, ocho ampollas de mercurio, ocho temporizadores, un equipo de control remoto y un activador de explosivos con teléfono móvil, además de dos pinzas cazabobos con bornes, utilizados en artefactos trampa.
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