El Gobierno envía a Bruselas el proyecto del AVE a Málaga diez meses después de empezar la obra

El Gobierno se dispone a enviar a Bruselas el formulario del proyecto de ferrocarril de alta velocidad entre Córdoba y Málaga, diez meses después de que el presidente Aznar colocara la primera traviesa el 25 de julio pasado. Ni el Ministerio de Fomento, de quien depende la obra, ni el de Hacienda, que gestiona los fondos europeos que deben financiarla, han dado explicaciones de este retraso considerado 'inhabitual' por fuentes de la Consejería de Economía. El PSOE presentará una proposición no de ley en el Congreso para que la obra se financie con fondos de cohesión y no con Feder como pretende el Gobierno.

Este formulario de grandes proyectos, que ha estado atascado durante casi un año en el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), que depende del Ministerio de Fomento, se exige por parte de la Dirección General de Política Regional de la Comisión en todas las obras que se quieran financiar con fondos europeos y que superen los 50 millones de euros. Está compuesto por 15 bloques temarios entre los que destaca el fondo que se quiere emplear y la tasa de participación que se pide a la UE, la explicación del proceso de licitación pública, el análisis coste/beneficio y el estudio de impacto ambiental.

El ente público GIF trasladó el viernes 10 de mayo el expediente a la Dirección General de Fondos Comunitarios (un organismo de Hacienda), que después de revisarlo prevé enviarlo a Bruselas la semana próxima, para que se decida su financiación europea. El PSOE reclama que la obra se financie con fondos de cohesión y en este sentido va a promover varias iniciativas en el Congreso. 'Vamos a presentar una proposición no de ley reclamando que este tramo del AVE se pague con fondos de cohesión, como el Madrid-Barcelona o el de Valladolid', afirma Clara Aguilera, secretaria de Economía de la ejecutiva regional del PSOE. Aguilera añade que los socialistas también van a presentar una pregunta al ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, sobre las razones por las que la línea de alta velocidad entre Córdoba y Málaga es la única excluida.

El 'cheque' andaluz

El Gobierno tiene decidido costear esta infraestructura con ayudas Feder, procedentes del cheque andaluz de fondos estructurales entre 2000 y 2006, fijado en 11.952 millones de euros. Esta opción es compatible con el Programa operativo de Andalucía, cerrado entre la Junta y el Gobierno central en diciembre de 2000, en el que se recoge que la alta velocidad hasta Málaga 'es un elemento central para el desarrollo' regional. Sin embargo, jurídicamente esto no excluye que se puedan utilizar fondos de cohesión. La diferencia es sustancial. Los fondos estructurales para desarrollo regional (Feder), formación profesional o modernización agraria y pesquera, son un montante fijo. Si se paga con cargo a esta partida el AVE a Málaga, habrá unos 800 millones de euros con los que no se podrá contar para otros proyectos. Por el contrario, si se paga con fondos de cohesión, que es una partida nacional suplementaria (unos 1.500 millones al año para toda España), habría un excedente de ayudas Feder equivalente a 100 millones para cada provincia andaluza.

El AVE a Valladolid, cuyo encargo al GIF lo hizo el Consejo de Ministros en la misma fecha que el Córdoba-Málaga (31 de julio de 1999), tiene en este momento adjudicadas y en ejecución obras por valor de 1.423,54 millones de euros. Se está financiando con fondos de cohesión, que se suman a los fondos del programa operativo 2000-2006 de Castilla-León. La cofinanciación europea es del 80%, según el gabinete de prensa de Hacienda. En el mismo tiempo, el AVE hasta Málaga tiene adjudicadas obras por valor de 953,76 millones y todavía no se sabe la aportación comunitaria. Fomento, en una nota publicada el 1 de mayo afirmaba que la cofinanciación europea sería 'del 50%, porcentaje que no puede ser superado dado que el proyecto genera ingresos'.

El Gobierno no hace público el destino por regiones del fondo de cohesión. Esta subvención, creada para los países que estuvieran por debajo del 90% de la media europea de PIB por habitante, empezó en 1993. Andalucía recibe tradicionalmente una cantidad por debajo del 18% que supone su población en el conjunto nacional. Si se utiliza como referencia 1999, los proyectos aprobados o los compromisos contraidos en Andalucía fueron entre el 9% y el 11% del total nacional, según se desprende de la suma obra a obra realizada con el informe anual de la Comisión Europea sobre el fondo de cohesión.