El barcelonismo llora a su mito

Todo el barcelonismo lamentó ayer la pérdida de uno de los jugadores más emblemáticos de la historia del club azulgrana. Aunque esperada, la muerte de Ladislao Kubala causó sorpresa y estupor desde el mismo instante en que se conoció, justo a mitad de la primera conferencia de prensa que ofrecía Louis van Gaal en el inicio de su segunda etapa como entrenador del equipo.

Fue un momento de tensión y dolor. Joan Gaspart pidió un minuto de silencio y dio por concluido el acto. Mientras tanto, Nicolau Casaus, presidente de honor del Barça, no logró contener las lágrimas. 'Es como si hubiera perdido un hijo', se lamentó; 'estaba muy ligado a él. Éste será un día que recordaré siempre con mucho dolor'.

'Hoy es un día triste', escribió Gaspart, presidente del Barça, poco más tarde en una sentida carta que tituló En la muerte de Kubala: 'Nos ha dejado un maestro, un barcelonista y barcelonés de Budapest, como lo calificó el periodista Ibáñez Escofet; un buen amigo y una gran persona. Ahora pasan por mi memoria imágenes imborrables como los penaltis con paradinha, la pelota rozando los palos, las faltas con efecto, ese gesto arremangándose que todos sus compañeros interpretaban como un 'venga chicos, vamos'.

Gaspart, Casaus y la mayor parte de los miembros de la directiva del Barça acudieron a la clínica El Pilar, en la que falleció Kubala. Allí estuvieron también Gustavo Biosca, Sifgrid Gracia, Martí Vergés, compañeros de Laszy en el histórico equipo de las Cinco Copas. También Carles Rexach, ex técnico del primer equipo azulgrana, y Joaquím Rifé, director del fútbol base. 'Es un desenlace que desgraciadamente se esperaba', dijo Rexach; 'estaba en una situación muy crítica. Era el jugador más emblemático que ha pasado por el Barça'. Y Rifé agregó: 'Contribuyó de forma importante a que el Barcelona adquiriera grandeza. Su muerte ha sido una pésima noticia para todos nosotros y el fútbol en general'.

Todo un ejemplo

Muchas personalidades del mundo político y social y del deporte acudieron también a dar su apoyo a la familia de Kubala. El ex presidente del Barça, Josep Lluís Núñez y su esposa, María Lluísa, fueron de los primeros en llegar a El Pilar. Entre los visitantes se encontraban también Jordi Vilajoana, consejero de Cultura de la Generalitat, y el secretario de Deportes, Josep Maldonado. 'Kubala es un ejemplo para muchas generaciones, una gran persona que se preocupaba siempre de sus amigos', indicó Vilajoana.

Sin embargo, el adiós mayoritario lo recibirá hoy en la capilla ardiente que será instalada en el Camp Nou, el campo que él obligó a construir en 1957, cuando su fútbol de fantasía y su carisma hicieron necesario abandonar el de Les Corts y construir un nuevo estadio capaz de albergar a 100.000 espectadores. No hay mejor lugar para su despedida.