Inquietud entre los principales accionistas de Vivendi Universal

Los principales accionistas del Grupo Vivendi Universal dan muestras de nerviosismo respecto al futuro del segundo grupo de comunicación del mundo, enfrentado a la necesidad de incrementar rápidamente la tesorería para reducir sus deudas. La familia de Edgar Bronfman, el primer accionista de Vivendi Universal, ha comunicado a las autoridades bursátiles norteamericanas que su posición en Vivendi 'podría evolucionar', según publicó Le Monde, que atribuye a Bronfman la afirmación de que el límite de su paciencia era una cotización de 32 euros por título.

La acción de Vivendi cerró ayer a 31,41 euros en la Bolsa de París, lo cual representa una subida del 5,23% en la jornada. Con el resultado se pone fin a la caída de los tres últimos meses, un proceso que ha obligado al presidente del grupo, Jean-Marie Messier, a presionar a sus compañías para que reduzcan costes.

La mejora de ayer en la cotización de la acción se produce tras confirmarse una operación que le permitirá mejorar su perfil financiero de cara a las agencias de calificación de la deuda. Vivendi planea colocar 250 millones de acciones de BskyB, la televisión británica por satélite de la cual es propietaria, pero que estaban congeladas en el Deutsche Bank para cumplir con una condición impuesta en su día por la autoridad europea de regulación. La parte colocada podría reportar a Vivendi unos 2.700 millones de euros, que aliviarían las necesidades de tesorería del grupo.

Un portavoz de Vivendi desmintió otra afirmación aparecida en Le Monde, según la cual Vivendi Universal 'rozó la suspensión de pagos' a finales de 2001, cuando se quedó con sólo 200.000 euros en sus cajas.