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Reivindicación de una poesía 'de calidad y vital' en el acto de los Jocs Florals

'Calidad, riqueza y vitalidad'. La poesía catalana se caracterizó por estas tres cualidades durante 2001, según el escritor y crítico literario Sam Abrams, que ayer realizó el balance del año poético durante la entrega de premios de los Jocs Florals de Barcelona. Lluís Calvo (Zaragoza, 1963) obtuvo el premio Flor Natural (al mejor poema de tema libre) por El buit a la medusa, Jordi Julià (Granollers, 1972) recogió la Englatina d'Or (premio a la mejor composición de tema patriótico, histórico o cívico) por El déus de fang y Ponç Pons (Menorca, 1956) recibió la Viola d'Argent (que premia la mejor composición de tema religioso, espiritual o moral) por Tractat d'enyor. Abrams abrió el acto de entrega de los 144º juegos florales, desde su restauración durante la Reinaixença, realizando un exhaustivo recorrido por la edición de poesía en Cataluña durante 2001, 'un año poético extraordinario por la publicación de libros imprescindibles y la edición de numerosas obras'. El escritor se felicitó por la recuperación que se realizó en este periodo de los autores clásicos contemporáneos, así como por la aparición de nuevas voces en la poesía. Abrams, sin embargo, fue más duro a la hora de analizar el momento que atraviesa la recuperación de los clásicos e hizo un llamamiento a los autores para que asuman la poesía clásica catalana. Abrams reclamó una vez más un espacio más amplio para la poesía 'porque así lo demanda la sociedad'.

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