Advertencia para Europa

Puede que sea una advertencia saludable: más allá de nuestras fronteras, inquietan los resultados electorales de Le Pen. En Europa, varios Gobiernos se han aprestado a afirmar su interés por dar muy pronto una respuesta creíble a las inquietudes de los electores respecto a las cuestiones de la inmigración y de la seguridad. En España, José María Aznar ha aprovechado el choque producido por las presidenciales francesas para hablar sobre la inmigración con menos candor, alertando a sus conciudadanos: demasiada laxitud llevará a 'encontrarse un día con un Le Pen español'. Incluso el Reino Unido de Tony Blair o un país de tradición liberal como Dinamarca han comprendido el mensaje. Ambos países preparan medidas para intentar controlar esos 'flujos migratorios' que suscitan tanta alarma entre el electorado. En Holanda, el asesinato del populista Pim Fortuyn ha dado más resonancia a esas ideas xenófobas. (...) Contener las peticiones de asilo, cuyo número se ha redoblado en tres años en Europa, luchar contra la llegada de los ilegales: cada país trata de resolver la cuestión a su manera. (...) En la Europa de después del 11 de septiembre, en donde los temores de la inmigración se mezclan a veces con el rechazo al islam, los Gobiernos han empezado a reaccionar. Por lo que se refiere a Francia, (...) ha llegado la hora de comprender que la integración no se produce por sí sola y que hay que proponer una verdadera política de inmigración (...)