_
_
_
_
_
Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Las Palmas cae sin fuerzas

El conjunto canario empata ante la Real tras marcar primero, pero pierde la categoría

Suele ocurrir: el fútbol llega con el retraso suficiente para lamentar con más fuerza su tardía llegada. Caso de Las Palmas, que ayer despidió la categoría jugando como no había acertado a hacerlo en las últimas jornadas. El grupo canario apostó por adoptar de salida una postura valiente, la única posible entre las que se le ofrecían. Después, refrendó con juego su actitud pero acabó estrellándose contra las circunstancias (el Mallorca ganó e hizo baldío su esfuerzo) y el despertar de la Real.

A los veinte minutos de juego, el público donostiarra se sacudió su silencio a silbido limpio: el moribundo Las Palmas levitaba en Anoeta, cuya grada empezó a quejarse, amargada. El público se había sentado convencido de merecerse una despedida sosegada y agradable, un regalo postrero de su calamitoso equipo, salvado del descalabro por los pelos... y por tercer año consecutivo. Pero la Real no estaba ayer para regalos, o en todo caso, estaba para hacerselos al necesitado rival, que buscaba y buscaba un gol, lanzaba de todas las formas imaginables y no acertaba. Kvarme resolvió el frustrante ejercicio de puntería del conjunto canario. El central noruego de la Real, samaritano de causas ajenas, convirtió un balón inofensivo en un penalti en contra, truco que parece de magia y que sólo él sabe interpretar con soltura.

REAL SOCIEDAD 1| LAS PALMAS 1

Real Sociedad: Westerveld; Rekarte, Kvarme (Pikabea, m. 85), Jauregi, Aranzabal; Idiakez, Aramburu; Nihat (De Paula, m. 66), Koklov, De Pedro; y Kovacevic. Las Palmas: Orlando Quintana; Angel, Schürrer, Alvaro, Paqui (Socorro, m. 65); Edu Alonso, Samways, Josico, Jorge, Pablo Lago; y Orlando. Goles: 0-1. M. 21. Jorge transforma un penalti cometido por Kvarme sobre Orlando. 1-1. M. 78. Kovacevic cabecea a la red un gran centro de Rekarte desde la derecha. Árbitro: González Vázquez (Colegio gallego). Amonestó a Kovacevic, Aranburu, y expulsó a Edu Alonso por doble amonestación. Unos 25.000 espectadores en Anoeta. En los prolegómenos del partido, la Real Sociedad entregó la insignia de oro y brillantes del club a Loren, capitán del equipo, que ayer se retiró del fútbol diecisiete años después de debutar en Primera.

El cabreo de la grada pasó a mayores, y eso que la Real, a la vista de los abundantes claros que ofrecía Las Palmas, había decidido jugar al fútbol. Cuando lo logró, el partido entró en una dinámica vertiginosa para derivar en una sucesión de ataques y contragolpes en ambas direcciones. Ambos conjuntos atacaban tanto como remataban, pero sin puntería, quizá porque todo iba rápido, demasiado rápido. A la Real le perseguía su público; a Las Palmas, la angustía de su situación, las noticias sobre el Tenerife y el Mallorca, la posibilidad de que Kovacevic o Koklov acertasen en una de sus apariciones por el área. Con todo, Las Palmas lamnetaba una jornada más su falta de remate, la rémora sobre la que el equipo de Fernando Vázquez se ha escurrido estas últimas semanas hasta el pozo de la tabla. Orlando amagó muchas veces, a ratos relevado por Josico y casi siempre asistido por Edu Alonso o Pablo Lago. Pero el delantero canario no acertó jamás y su equipo, con la ventaja de un gol, se encogió para ordenarse en defensa y sujetar a una Real que ya jugaba con dos delanteros y con evidentes intenciones de mejorar su imagen.

Las Palmas entregó la cita al rival y se conformó con olisquear algún contragolpe, papel que no le convenía en absoluto: ni su puntería estaba para sorprender al rival, ni parecía evidente que pudiera sujetar eternamente a un equipo tan exigido por su grada. Con el campo abierto, la Real hice sangre por los costados hasta que Rekarte se sacó un centro perfecto para la cabeza de Kovacevic. Su gol coloca al conjunto canario en Segunda, con varios jugadores canarios pidieron perdón, desde el césped, a los seguidores canarios desplazados hasta Anoeta.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_