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Una exposición en Folgueroles recorre la vida de Jacint Verdaguer

'Desencís d'un paisatge' se abre hoy en la casa museo del poeta

'Poeta i fangador só / i en tot faig feina neta / que fango com un poeta / i escric com un fangador'. Así se definía a sí mismo uno de los grandes poetas de la literatura catalana del siglo XIX, Jacint Verdaguer. Poesía y naturaleza son, precisamente, los temas a través de los que la exposición Desencís d'un paisatge, que se inaugura hoy en la Casa Museo Verdaguer de Folgueroles, recorre la vida del poeta.

Los múltiples objetivos de la exposición, que se engloba en el año de conmemoración del centenario de la muerte de Verdaguer, se cumplen a la perfección en la exposición Desencís d'un paisatge, que desde hoy y hasta el próximo 18 de julio se exhibe en el Ayuntamiento de Folgueroles (Osona). El visitante podrá recorrer la obra del poeta, a la vez que descubre su vida y entra en contacto visual y sensorial, gracias a una escenografía cuidada hasta el último detalle, con los paisajes, la naturaleza y la vegetación descritos en sus poemas. Tierra, agua, fuego y aire. A través de estos elementos se introduce al público en diferentes etapas de la vida de Verdaguer. El hilo conductor, un poema del poeta dedicado a san Francisco, el santo ecologista.

- Tierra. Verdaguer nació el 17 de mayo de 1845 en Folgueroles. Sus orígenes rurales le llevaron a querer la tierra y la lengua, y a sentir una profunda admiración por la patria. Un primer espacio traslada al visitante, a través de los poemas del autor, a las tareas del mundo rural marcadas por el ciclo de las estaciones, de la primavera al otoño, pasando por el duro invierno y el verano.

- Agua. La época de seminarista, de formación, de anhelo de cumplir sus sueños. Verdaguer se enrola como capellán en un barco de la Compañía Trasmediterránea y descubre América y Europa. Los viajes hacen más intensos los recuerdos de los paisajes, ríos y mares. En esta época, el poeta termina una de sus mayores obras: L'Atlàntida. Dentro de un espacio de introspección, el agua corre y las imágenes y las palabras permiten navegar por los ríos que describe Verdaguer.

- Fuego. Verdaguer alcanza el máximo esplendor literario. En 1886 es coronado poeta de Cataluña y su obra se traduce a otras lenguas europeas. Recorre todo el territorio catalán y lo refleja en sus obras. Es la época en que escribe su obra más ambiciosa, Canigó, en la que a través de historias de hadas, monjes y guerreros canta a la fundación legendaria de Cataluña.

- Aire. El poeta entra en una crisis espiritual. Se cuestiona su papel como sacerdote y se acerca a los obreros pobres de Barcelona. Se enfrenta a los poderes económicos y eclesiásticos que hasta el momento le habían brindado cobijo y se le trata de loco ante sus prácticas exorcistas. Tan sólo le queda su poesía y la necesidad de huir hacia el cielo, el paraíso.

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Desencís d'un paisatge permite descubrir la vida y obra de Verdaguer, pero la exposición va mucho más allá. También habla del legado del poeta, de Verdaguer después de Verdaguer, en un quinto ámbito que es la síntesis de los cuatro anteriores: la patria. Y también busca la reflexión del visitante sobre la gestión de los paisajes a través de una foto denuncia en cada ámbito que entronca con la visión a veces crítica de Verdaguer.

La exposición se exhibirá también en El Vendrell, Lleida, Tarragona, Granollers, Girona, Manlleu, Figueres y finalmente Barcelona.

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