Las listas de espera
Soy un hombre de 61 años que lleva cotizando a la Seguridad Social 46 años. Trabajo como carpintero, un trabajo duro y sacrificado, tanto que a mi edad el cuerpo llega a estar prácticamente agotado. Y, llegado a este punto, me hago la siguiente pregunta: ¿para qué me ha servido luchar tanto si cuando tengo una necesidad como es la de la Seguridad Social, no funciona? ¿Para qué me ha valido que me retuvieran gran parte de mi sueldo dedicado a la Seguridad Social si cuando la necesito no arregla mi problema? Mi problema es el que tienen otros muchos ciudadanos: las listas de espera.
Yo sufro una enfermedad que afecta a mis articulaciones y que en estos momentos me tiene prácticamente inútil; llevo esperando para que me operen en una lista de espera más de cinco meses. Y no hablo de una operación de trasplante ni algo por el estilo, que sé lo que este tipo de operaciones conlleva, hablo de una operación que me permita al me-nos utilizar mis manos, que son la forma de ganarme la vida.
Ahora la enfermedad se ha acrecentado, y la solución que me dan es que intente hablar con el inspector del hospital al cual yo pertenezco. Le comenté mi caso y a ver si puede acelerar los trámites. Y me pregunto: si dicho inspector no ve posible que se me acelere la operación, ¿qué hago? ¿Me quedo inútil el resto de la vida, pues ésta es una enfermedad que se agrava con el tiempo? ¿Recurro a una clínica privada? Y si hago esto último, ¿para qué he pagado tanto dinero a la Seguridad Social? Los que llevamos toda la vida trabajando, ¿no tenemos derecho a una sanidad solidaria?
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