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El gobernador alerta sobre el bajo aumento de la productividad

La economía española empieza a recuperar un buen pulso, pero ha de enfrentarse al problema que supone 'el bajo crecimiento de la productividad'. El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, hizo ayer en el Congreso un análisis de la situación actual optimista en crecimiento, algo menos en inflación y paro, y con la baja productividad y el alto endeudamiento de familias y empresas como riesgos de futuro.

El descenso de la productividad, dijo Caruana, refleja 'insuficiencias en el proceso de incorporación de nuevas tecnologías'. Las ganancias de productividad deben ser compatibles con el aumento del empleo, añadió el gobernador, y son necesarias para 'ser competitivos'.

El segundo riesgo es el 'notable endeudamiento' de empresas y familias, debido a los relativamente bajos tipos de interés de los últimos años. La excesiva concentración de este endeudamiento, sobre todo entre las familias y especialmente en el sector inmobiliario -'cuyos precios pueden variar en el futuro'- aconsejan 'ser cautelosos', dijo el gobernador.

Un punto de giro

Caruana entiende que la economía española ha empezado a 'marcar un punto de giro' para entrar 'en una senda de crecimiento sostenido, aunque más moderado que en el pasado'. Hasta ahora, la actividad se ha sostenido por un 'aumento de ritmo considerable' en el consumo de las familias, pero otras variables, como la inversión y las exportaciones, deberían tomar ahora el relevo.

Caruana no mencionó el proyecto del Gobierno de reformar las prestaciones por desempleo, pero sí hizo observaciones en esa dirección. 'Los avances realizados en la reforma del mercado de trabajo deben proseguir', dijo, 'hasta que su funcionamiento eficiente reduzca los desincentivos a la participación [en el mercado laboral] de parados, mujeres y jóvenes'.

Insistió en que 'las retribuciones salariales se acomoden a las circunstancias de los diferentes sectores y empresas y a las de los propios trabajadores'. La advertencia sobre la inflación se centró en el sector servicios, donde se sitúa el principal diferencial con la zona euro. De persistir, explicó el gobernador, se acabarán 'minando las bases sobre las que debe asentarse la competitividad'.

En cuanto al sector financiero, Caruana mostró un alto grado de satisfacción respecto de la solvencia y no tanto sobre el funcionamiento de los controles externos o internos. Apostó por una actuación preventiva, la creación de comisiones de control interno y de remuneraciones en las sociedades, reglas internas de funcionamiento de los consejos, etcétera.

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