Cargos públicos del PP de Córdoba que perdieron el congreso quieren lograr el control del partido
El sector crítico envía un documento a Arenas y Martínez con quejas sobre Enrique Bellido
Un documento de quejas del sector crítico del PP de Córdoba contra su presidente y senador, Enrique Bellido, y que ya está en manos de las direcciones nacional y regional del partido, ha desencadenado una de las crisis más fuertes de esta formación. A este sector crítico, que capitanean el portavoz municipal y ex alcalde, Rafael Merino, y el europarlamentario, Juan Ojeda, se han unido 12 de los 14 ediles en el Ayuntamiento de la capital, así como diputados nacionales, autonómicos y provinciales, hasta 42 cargos. El PP cordobés tiene 192 ediles en la provincia y 7.800 afiliados.
Los que integran esta corriente crítica son los cargos vips del partido, los mismos que respaldaron la candidatura oficialista que encabezaba el parlamentario andaluz Salvador Fuentes en el último congreso provincial (30 de septiembre de 2000) que ganó Bellido. Desde entonces, la herida abierta en el PP no se ha cerrado y los encontronazos han sido frecuentes.
Los críticos celebraron una reunión la pasada semana en Córdoba, de la que salió el documento, que se ha remitido al secretario general, Javier Arenas, y a la presidenta andaluza del PP, Teófila Martínez. En el texto dan sus quejas sobre Bellido, al que le achacan su falta de sintonía con Merino y sus discrepancias públicas con algunas de sus posiciones, lo que unen a los problemas que esto podría ocasionar de cara a las próximas municipales, en las que Merino será el cabeza de cartel. También reprochan la despreocupación de la dirección cordobesa por la provincia y la libertad con la que se expresa el presidente provincial en sus artículos de prensa, en los que afirman que ha llegado a criticar la falta de liderazgo del presidente del Gobierno, José María Aznar, y a plantear opiniones distintas a las del partido respecto al País Vasco.
Juan Ojeda, que presidió aquella reunión, ha comentado posteriormente que a esta situación del partido hay que ponerle remedio.
En el fondo del conflicto subyace la no aceptación por parte de muchos cargos públicos de los resultados del congreso provincial, así como el deseo de Merino de confeccionar a su gusto la candidatura con la que se presentará a las municipales de 2003 y de que sea Juan Ojeda el coordinador de la campaña en lugar de - como desea Enrique Bellido- el actual secretario general del PP cordobés, José Ángel Palomares, y Ángel Blanco, ambos ediles y que no se han sumado a la protesta.
Por su parte, Bellido ha acusado de 'deslealtad' a los firmantes del documento, puesto que no han planteado esas quejas en las reuniones internas, y ha asegurado que 'se está haciendo un daño irreparable al partido' a un año vista de los comicios locales. En un durísimo artículo publicado ayer en Diario Córdoba, Bellido señala que 'el daño político y social que con ello se produce importa poco a quienes promueven este tipo de acciones, cegados por la enfermiza obsesión de mantenerse en el poder por encima de todo y maniatados por la dependencia, en muchos casos económica, que tal situación genera'. Añade que frente al 'acoso' cabe rendirse o 'defender la legitimidad vigente, defendiendo con ello los principios éticos y democráticos'.
Con estos comentarios, el presidente del PP cordobés se refiere a que todos los que se le oponen reúnen los mejores sueldos del partido en Córdoba, y detrás de esta protesta figura el miedo de algunos a no volver a aparecer en las candidaturas. En cuanto a las quejas sobre la provincia, Bellido resalta el escaso trabajo realizado por esos mismos cargos públicos y sostiene que, por el contrario, esto es una lucha por la primacía de la capital frente a la provincia.
Así se lo hizo saber ayer Bellido al secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, en un encuentro que ambos mantuvieron en Sevilla. De la reunión no se derivó el apoyo de Sanz al presidente cordobés, pero ambos coincidieron en la necesidad de resolver el conflicto. Según Bellido, Sanz aseguró que la iniciativa de los críticos no cuenta con el respaldo de las direcciones regional y nacional del PP. Bellido ha convocado para el viernes una junta directiva provincial para analizar la situación. Por su parte, en el sector crítico se actúa en la confianza de obtener el apoyo de las direcciones andaluza y regional y forzar la salida de Bellido de su cargo antes del verano y comenzar la precampaña electoral con una gestora.
Los 'cuatro jinetes' cordobesesBellido: El azote de los cargos veteranosMerino: El mejor 'alcaldable' del PPOjeda: Experiencia y estrategiaBotella: Hilo directo a la Moncloa
Enrique Bellido es presidente del PP de Córdoba. Médico del SAS. Es senador. De maneras tranquilas, no se corta a la hora de opiniar sobre sobre el partido. Ha tenido dos sonoras discrepancias públicas con Rafael Merino, y ha reprendido al grupo municipal por falta de eficacia y coordinación. Recortó las asignaciones con las que el partido completaba los sueldos de concejales y diputados provinciales, lo que le enfrentó a estos cargos. Rafael Merino es abogado. Ex alcalde de Córdoba. Actualmente es diputado en el Congreso y portavoz municipal. Encajó mal el pacto entre IU y PSOE que llevó a Rosa Aguilar a la Alcaldía. Durante el primer año sus ausencias del Ayuntamiento fueron frecuentes. El partido, de manera oficiosa, le ha confirmado como su candidato a las municipales. Profesa hacia Bellido una antipatía que es recíproca y mantiene buenas relaciones con Javier Arenas. Juan Ojeda, periodista, fue secretario general del PP andaluz con Arenas en la presidencia regional del partido. Es parlamentario europeo. Merino confía en su ya larga experiencia para los comicios locales, lo que supondría aprovechar el bagaje de una persona que llevó la dirección del PP de Córdoba. Es el padre de este nuevo movimiento crítico, y partidario de tener ahora una crisis sonada antes de que mantener un estado de tensión hasta el 2003. María Jesús Botella es cuñada de José María Aznar. Licenciada en Derecho, su vida profesional ha estado ligada al PP, del que fue secretaria general hasta el último congreso. En las últimas elecciones fue elegida concejala y designada portavoz en la Diputación. Los críticos acusan a Bellido de haberla desairado porque éste insinuó que el cargo del portavoz en la Diputación se adjudica tradicionalmente en el partido al secretario provincial.
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