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Crónica:FÚTBOL | Penúltima jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

La Real culmina su salvación

La Real Sociedad tuvo que remontar un gol en contra para encontrarse con la salvación definitiva. El equipo de Olabe se apuntó a lo mismo en lo que estuvo hace una semana para llevarse por delante al Real Madrid, esto es, anular al rival en el centro del campo, morder en cada minuto y aprovechar una ocasión de cada tres que se le presentaron. El Valladolid, en la fiesta de despedida de Eusebio, regresó a su versión de las últimas jornadas, la del fútbol vago y sin ningún incentivo, la del equipo que ya está salvado y con el que no va lo que queda de campeonato y al que ni la posibilidad mínima de luchar por la UEFA ha conseguido levantar.

La Real tuvo el control de todo lo que ocurrió en el césped y ni el accidente del gol de Sales le despistó de lo que tenía que buscar en Zorrilla. El partido dejó, eso sí, el último pase de gol de Eusebio, pero todo fue insuficiente porque el choque estaba para quien se jugaba algo, la Real Sociedad, que tras el gol del empate de Aranburu pisó el acelerador y terminó por pasar por encima del Valladolid.

VALLADOLID 1| REAL SOCIEDAD 3

Valladolid: Ricardo; Torres Gómez, Gaspar, Peña (Chema, m. 71), Marcos; Fernando Sales, Eusebio (Ricchetti, m. 56), Mario, Luis García; Fernando y Tote (Pachón, m. 83). Real Sociedad: Westerveld; Rekarte, Kvarme, Jáuregui, Aranzabal; Xavi Alonso (Gabilondo, m. 70), Idiakez; Tayfun, Khokhlov (Pikabea, m. 83), Aranburu; y Kovacevic (De Paula, m. 76). Goles: 1-0. M. 25. Eusebio pasa en profundidad a Sales que eleva el balón sobre la salida de Westerveld. 1-1. M. 31. Aranburu, de potente zurdazo al borde del área. 1-2. M. 47. Idiakez empalma con el exterior del pie un balón suelto dentro del área. 1-3. M. 73. Kovacevic, de penalti. Árbitro: Muñiz Fernández. Amonestó a Kvarme, Kovacevic, Xavi Alonso, Aranburu y Tote. Unos 13.000 espectadores en Zorrilla. Eusebio se despidió del fútbol.

La permanencia de la Real es el éxito de Olabe, un tipo serio y trabajador, un entrenador ordenado y con las ideas claras que ha logrado a última hora dar sentido al puzle del equipo donostiarra. Sin perder el fútbol que se le suponía, el conjunto blanquiazul despide la Liga sobrado de recursos, de serenidad y fuerza. El epílogo del campeonato ha coincidido con la madurez de un grupo que sólo necesitaba asfaltar su bacheada defensa para echar a rodar. De la mano de Olabe, la Real ha ganado tantos encuentros en ocho tardes como con Toshack en las 18 primeras del campeonato, claro que éste último fracasó temprano y sin conocer la presión que los donostiarras han conocido estos dos últimos meses.

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