El Depor hace los deberes
Tristán y Valerón amarran una plaza en la Liga de Campeones ante un Betis que cierra la temporada en casa festejando su puesto en la UEFA
Todos felices. Así terminaron ayer los jugadores de Betis y Deportivo su penúltimo compromiso del curso. Unos, los béticos, por haber conseguido lo que jamás pensaron que iban a conseguir a comienzos de temporada: una plaza para disputar la Copa de la UEFA y la satisfacción de haber llegado al final de la travesía liguera con opciones incluso de alcanzar la Liga de Campeones. Otros, los de Javier Irureta, por haber amarrado, ahorrándose innecesarias apreturas de última hora ante el Real Madrid, su presencia en la máxima competición continental.
Todo esto se definió en 60 minutos de buen fútbol. Tiempo suficiente para que Diego Tristán reforzase su candidatura a pichichi de la Primera División con dos goles más, y ya van 21, y para que Valerón dejase claro, por si alguien aún dudaba, el óptimo momento deportivo que atraviesa, algo que invita al optimismo de cara al Mundial de Corea y Japón. Enfrente, el EuroBetis, como no se cansó la afición de corear pese al abultado resultado en contra. Un equipo que ayer quiso despedirse de su afición a lo grande, ofreciendo un buen partido que sólo quedó desdibujado por lo de siempre: su pelea con el gol.
BETIS 0| DEPORTIVO 3
Betis: Gaspercic; Tais (Varela, m. 80), Juanito, Rivas, Luis Fernández; Joaquín, Cañas, Ito, Denilson (Merino, m. 68); Capi; Joao Tomás (Amato, m. 68). Deportivo: Molina; Scaloni, César, Djorovic (Romero, m. 11), Capdevila; Sergio, Mauro Silva; Víctor (Makaay, m. 31), Valerón, Fran; Diego Tristán (Héctor, m. 65). Goles: 0-1. M. 18. Diego Tristán, a puerta vacía, a pase de Valerón. 0-2. M. 59. Tristán culmina un claro contragolpe. 0-3. M. 61. Valerón, solo, tras una pared con Tristán. Árbitro: Rodríguez Santiago. Expulsó por doble amarilla a Cañas (m. 42 y 54). Amonestó a Denilson y Scaloni. Unos 40.000 espectadores en el Manuel Ruiz de Lopera.
El Betis salió con la intención de desbancar al Deportivo de los primeros cuatro puestos y, durante muchos minutos, su férrea convicción de que esto era posible hizo las delicias del público. La listeza de Joaquín para aprovechar los despistes defensivos del rival en los primeros instantes; las fulgurantes contras de Cañas y Denilson; los centros medidos de Capi y Juanito, fueron los argumentos que empleó el Betis para hacerse con el mando del encuentro ante un Deportivo que no acababa de ensamblarse. Pero todo tornó en cuanto Sergio, Fran, Valerón y Tristán encontraron su sitio. La conjunción de estos jugadores fue la perdición del Betis, que mantenía el balón, sí, pero sólo para arrimarlo al área contraria, pues de ahí para adelante nada de nada. La falta de un delantero con olfato, que esté donde se supone que ha de estar fue, de nuevo, la perdición del Betis.
Todo lo contrario que en el Depor, donde Valerón y Tristán ofrecieron una clase magistral de saber estar. Como en el primer gol: Sergio saca un balón largo casi desde su área; Valeron lo controla de forma exquisita ya en el área bética y, generoso pues pudo batir al debutante Gaspercic, brinda a Tristán para que lo empuje a la red. Tan sencillo como eso.
Tras esta efectiva aparición del equipo gallego, el Betis trató de sobreponerse. Pudo lograr el empate al caer derribado Denilson en el área tras dejar rotos a tres rivales, pero el árbitro consideró que era pantomima del brasileño, que acabó amonestado. La expulsión de Cañas a los seis minutos de la reanudación unida a su incapacidad en ataque, dejaron al Betis a merced del Depor. Y así fue: un balón de Fran a Tristán en el área llevó el 0-2 al marcador. Un suspiro después, Valerón y Diego Tristán se inventaron una jugada y sentenciaron el partido. La media hora restante derivó en una pachanga que fue aprovechada por la afición del Betis para agradecer a los suyos su inmejorable curso y para pedir al presidente del club que no deje marchar al artífice de todo: Juande Ramos.
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