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VISTO / OÍDO
Columna
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Libertad de prensa

La libertad de prensa es una ilusión, como la libertad general, como el amor eterno. Y la democracia. Son caminos: pero hay que avanzar sin seguridad de que tengan final. Hay periodistas que lo consiguen: les basta con pensar como el Gobierno, el director o el empresario. Algunos no tienen que hacer esfuerzos porque son así. Otros tienen una naturaleza cambiante, como el camaleón. Hay que reconocer en ellos una espléndida capacidad que muchas veces es desprecio por todo: si todo es malo, qué más da. Los hay que creen que es una función del periodista: de la misma manera que el carpintero hace la mesa que le encarga el cliente, sin preocuparle si es bella o aciaga. Hoy puede pasar fácilmente: trabajar en esta profesión es muy difícil y hay que aceptar el puesto que se pueda para ejercer el oficio, que se ha aprendido con mucho tiempo y dinero.

Me disgustan, pero los comprendo, los que reciben el pensamiento único sin saberlo, y creen que es la verdad. Cuando no había libertad de prensa era todo fácil: el periodista aprendía en la Escuela Oficial cómo tenía que mentir, y se le explicaba que era en servicio de la patria. El periodista mentía, como su director y su redactor jefe, como el censor y el director general, como Franco. Sabiéndolo y comentándolo entre ellos -nosotros-, porque la dictadura es una cárcel. Dentro de la misma cárcel, el lector sabía que era mentira, y había como un juego de representación donde autor, actor, espectador saben que se finge y 'tutto e convenzionale' como en El dúo de La Africana. Por eso pienso, en el Día de la Libertad de Prensa, que ésta no es una cuestión nuestra, sino de la 'sociedad civil': es suya, le es necesaria para respirar.

Cuando oigo culpar a 'los medios' pienso que lo que se quiere es que la libertad se adapte a sus deseos. En el peor caso, no saben de dónde viene la mentira y se la creen. Si hay profesionales que creen directamente la información que les llega, cómo no va a haberlos entre espectadores, oyentes o lectores. Creo que la única forma de libertad de prensa es la pluralidad: muchos medios con tendencias distintas. O uno solo que albergue opiniones diversas. Como éste. No es casualidad que yo celebre en él la libertad de prensa.

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