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La marcha de Fisas al COE abre la carrera por el control del PP en Barcelona

La más que probable marcha de Santiago Fisas al Comité Olímpico Español (COE) ha abierto un nuevo e inesperado foco de problemas en el PP de Cataluña. A falta de sólo un año para los comicios municipales, el PP se queda sin candidato en la segunda ciudad de España en número de habitantes y, aunque la renuncia aún no es oficial, la soterrada carrera por el control del partido en Barcelona ya ha comenzado.

Fisas ha aceptado integrarse en la candidatura que presentará José María Echevarría para dirigir el COE y, salvo sorpresas de última hora, ocupará en junio la vicepresidencia de este organismo. El dirigente popular -uno de los principales abanderados de la línea catalanista- dejará el consistorio, en principio, en el pleno del 21 de junio para dedicarse al COE. El dirigente del PP tiene previsto regresar a Sati, la empresa vinculada a su familia, y dejar en segundo plano su trabajo en el partido, según fuentes del grupo municipal.

La renuncia de Fisas es un secreto a voces en el PP catalán, aunque no será una realidad hasta que se celebren las elecciones en el COE, el próximo 29 de mayo. No obstante, tanto en medios del PP como en las federaciones deportivas se da por segura la victoria de Echevarría -que competirá con la candidatura de Alejandro Soler-Cabot- y, por tanto, la marcha del actual presidente del grupo municipal.

La decisión de Fisas ha cogido a contrapié a la dirección regional porque hace menos de dos meses el secretario general del partido, Javier Arenas, le recibió en Madrid para reforzarle como candidato y acallar los rumores que relacionaban su salida de la ejecutiva nacional con un eventual relevo como cabeza de cartel en Barcelona. Ahora los dirigentes del PP catalán ven con preocupación cómo se crea un nuevo interrogante sobre uno de los puestos electorales más importantes -el alcaldable en Barcelona-, que se suma también a las dudas sobre el candidato a la presidencia a la Generalitat. Los demás partidos promocioanan ya a sus candidatos y, mientras tanto, el PP catalán debe aguardar al otoño para que la dirección nacional elija a ambos cabezas de lista.

El primer pulso por el control del partido en Barcelona será la elección del nuevo presidente del grupo municipal que relevará a Fisas, y la carrera para sucederle ya ha empezado antes incluso de su renuncia. El dirigente mejor situado es el portavoz del grupo, Emilio Álvarez, que tiene el respaldo del hombre fuerte de la formación en Barcelona, Jordi Cornet, aunque también se apunta la posibilidad de Antonio Ainoza, número dos de la candidatura de 1999 y presidente de la Diputación de Barcelona.

En la lista de posibles candidatos a encabezar la lista del PP en Barcelona en 2003, fuentes del partido citan, entre otros, al propio Alberto Fernández -en el caso de que Josep Piqué acuda a las autonómicas-, a los diputados Dolors Nadal y Ricard Fernández Déu, y al delegado del Gobierno en el Consorcio de la Zona Franca, Enrique Lacalle.

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