SONRISAS Y LÁGRIMAS
El nacimiento de Miguel Urdangarín, tercer hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, y la muerte del barón Thyssen, su posterior sepelio, las lágrimas de su hijo adoptivo Borja y su mujer Tita son los temas de la crónica social de esta semana. Nada nuevo que decir de lo que ya se ha dicho: la mamá muy feliz, el niño una preciosidad, el papá encantado, la viuda llorosa, los hijos también y la herencia cuantiosa. Lo que sí se merece un comentario es la fotografía del barón con su mujer y sus hijos Borja y Alexander tomada hace dos semanas y que publica ¡Hola! Al pobre me lo han pintado, repeinado, lo han sentado en una mesa llena de bombones, tartas, le han dicho que ponga sonrisa de cómo-estoy-disfrutando-con-mi-familia-el-día-de-mi-cumpleaños, pero se le ve muy mal, muy desmejorado. La que debe estar ya mucho mejor es Carmina Ordóñez. Según Semana, ya sólo toma seis pastillas al día. Vamos, que está que lo tira, porque de una semana a otra bajar de 30 pastillas a seis no está mal. La mujer tiene ganas de salir adelante y limpiar el organismo. Eso es fuerza de voluntad, y lo demás cuentos. Ahora está en el campo en casa de unos amigos, pero tiene el teléfono a mano para llamar al doctor y a los especialistas. Eso siempre ayuda y es más cómodo. También es muy cómodo salir con el entrenador de una. Que se lo pregunten a Arantxa Sánchez Vicario, que ya admite su relación con su entrenador, así no tienen que planificar los viajes (él siempre le acompaña a los torneos, le lleva las raquetas y esas cosas, se entienden hasta en el campo...). Vamos, un chollo.
