Más de un millón de franceses se echan a la calle contra Le Pen

Más de un millón de personas salieron ayer a la calle en París y en 70 ciudades de Francia con un objetivo común: convertir las marchas del Primero de Mayo, Día del Trabajo, en un clamor nacional contra el avance de la ultraderecha. A cuatro días de la segunda vuelta, en la que el líder del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, se enfrentará al presidente, Jacques Chirac, tras expulsar a los socialistas en la primera vuelta de esta consulta presidencial, cientos de miles de personas recorrieron pacíficamente las calles coreando consignas contra Le Pen.

Sin líderes ni militantes de la derecha, con la única presencia de la izquierda, los manifestantes, la mayoría jóvenes acompañados por música y ambiente festivo, respondieron de forma masiva a la convocatoria de los sindicatos. Habría que remontarse al París de Mayo del 68, según la policía, para encontrar una manifestación similar en París. En otras ciudades, como Grenoble, la participación marcó un récord histórico. 'Es una fuerte defensa de la República y de la Francia múltiple, del rechazo del odio y de la intolerancia', aseguró Martine Aubry, alcaldesa de Lille y ex ministra de Empleo.

Frente a ellos, Le Pen sólo logró concentrar a cerca de 30.000 seguidores en París. Pronunció un discurso moderado, sin sus habituales proclamas extremistas, y con grandes invitaciones a los votantes de la izquierda. Acusó a Chirac de traer 'marroquíes del sur para que vivan aquí en condiciones deplorables'. Y aseguró que Francia se ha colocado en la cola de Europa, sólo por encima de Grecia y Portugal. Parados, clase media, jóvenes y ancianos le acompañaron en una cita para la que había fletado autobuses desde numerosos lugares de Francia.