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Masiva manifestación en Orihuela por el asesinato de un menor

Unos 3.000 vecinos reclamaron mayores medidas de seguridad

El asesinato de Juan Antonio Castillo Ruiz, un joven de 17 años, en una reyerta callejera, ha conmocionado a los vecinos de la pedanía oriolana de Desamparados, que en la tarde de ayer se manifestaron masivamente para exigir mayores medidas de seguridad. La concentración, que contó con la participación de unos 3.000 vecinos, según cálculos de la Policía Local, transcurrió sin incidentes.

Los manifestantes partieron de la plaza de la Iglesia hasta llegar a un parque de la pedanía, donde leyeron un manifiesto en recuerdo de la víctima mortal del suceso del pasado viernes y reclamaron un incremento en los dispositivos de seguridad para frenar los delitos que se cometen en Orihuela y en la comarca de la Vega Baja. La protesta estuvo rodeada de un discreto, pero amplio, operativo policial en previsión de incidentes, que finalmente no se registraron.

Ésta es la segunda concentración convocada por la Asociación de Vecinos de la partida rural de Desamparados en menos de dos años. La anterior manifestación fue también una protesta contra el 'clima de inseguridad permanente que se vivía en el pueblo', según explicó José Sánchez, presidente de la asociación vecinal, ya que 'en una sola noche sufrimos hasta nueve robos en diferentes casas'. Para los afectados, la disputa que acabó con la vida de Juan Antonio Castillo, natural de Desamparados, fue sólo la punta del iceberg. 'Los atracos y los robos en las casas son continuos. Exigimos que aumenten los efectivos policiales', agregó.

Los convocantes aclararon que la manifestación no está sustentada en prejuicios racistas ni xenófobos, y explicaron que se trata de 'una reacción lógica dada la situación de inseguridad' que sufren en los últimos años.

La movilización fue organizada por la Asociación de Vecinos de Desamparados, pedanía en la que residía el joven muerto. El crimen se produjo el viernes, cuando varios jóvenes procedentes de las partidas rurales de Orihuela increparon a diez colombianos que, según testigos presenciales, 'realizaban actos impropios en un balcón'. Éstos se vistieron y bajaron a la calle para responder a los insultos de los jóvenes e inmediatamente se enzarzaron en una agresión que terminó con el crimen.

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