Los socialistas exigen al Gobierno que no 'atice el fuego del racismo'

Los datos sobre el alto número de inmigrantes entre el conjunto de los presos preventivos en España que exhibe el Gobierno de una manera reiterada en los últimos días, sobre todo cuando el PSOE le exige acción frente a la creciente inseguridad ciudadana, sirvieron ayer para que el PSOE pida al Ejecutivo que 'no atice el fuego del racismo porque traerá consecuencias'. Así lo hizo el secretario de organización del PSOE, José Blanco, tras la reunión de la ejecutiva al tiempo que acusó al Gobierno de 'la ineficacia frente a la inseguridad ciudadana así como de la lucha contra la inmigración ilegal'.

El día anterior el secretario general del PP, Javier Arenas, había demandado al líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que tome nota de lo sucedido en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas en la que el candidato socialista, Lionel Jospin, ha quedado arrumbado. 'Quien tiene que tomar nota es Aznar que es quien gobierna', señaló Blanco. En el análisis del PSOE, aunque se achaca la derrota de Jospin a diversas causas, se pone cierto énfasis en que el castigo se lo ha llevado el Gobierno, sin tener demasiado en cuenta que es socialista.

'La responsabilidad es del Gobierno del señor Aznar tanto en el incremento de la delincuencia, que va en aumento a pesar de que quiera decir lo contrario, y también es su responsabilidad la permanencia de la inmigración ilegal'. Blanco recordó que el PSOE no apoyó la Ley de Extranjería, al considerarla inadecuada. Después de meses de negociación entre el Gobierno y la responsable de Inmigración del PSOE, Consuelo Rumí, este partido se retiró de la negociación al no encontrar puntos de encuentro a pesar de que Zapatero pretendió un pacto de Estado sobre la inmigración con el mismo nivel de importancia que el alcanzado sobre el terrorismo.

Pero ahora el PSOE seguirá con su denuncia de que el Gobierno no pone las medidas suficientes para combatir la delincuencia a la que añadirá la del peligro que entraña ofrecer como única respuesta gubernamental que la mayoría de los detenidos son inmigrantes. En esa línea crítica frente a los medios que emplea el Gobierno, el presidente extremeño, el socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, atribuyó el aumento de la delincuencia a la falta de agentes y a la inexistencia de competencias unificadas en materia de seguridad.