El puerto de Tarragona ha pasado de ser el segundo de España al quinto en cinco años
Cataluña mueve el 17% de las mercancías por mar, frente al 20% de hace cinco años
El puerto de Tarragona era el segundo de España en 1996. Al terminar el año 2001 había bajado al quinto puesto en lo referente a tráfico de mercancías. En 2001, su actividad retrocedió el 2,5% respecto a la del año 2000. El leve aumento de la actividad del puerto de Barcelona (por debajo de Algeciras) y las cifras negativas del de Tarragona hacen que el balance conjunto de los puertos catalanes descienda el 1,9%, lejos del 3% del conjunto español. En 1996, los puertos catalanes copaban el 20% del tráfico de mercancías. El pasado año habían caído al 17%.
'Pérdida de peso relativo' y 'estancamiento' son algunas de las definiciones que los socialistas aplican a la situación actual de la actividad en los puertos de interés general de Cataluña, tras analizar comparativamente el tráfico de mercancías en los diversos puertos españoles. Los datos utilizados son los aportados por la dirección de planificación y control de gestoón del organismo público Puertos del Estado. El diputado Manel Nadal puso de relieve que el declive coincide con el hecho de que la gestión de estos puertos haya sido asumida por el Gobierno catalán.
En 1996 la cuota de mercado de los puertos catalanes era del 20% del conjunto español. Al terminar el año 2001 había bajado al 17%. En cambio, se percibe un 'crecimiento sostenido' de la actividad en puertos directamente competidores, como Algeciras y Valencia (con crecimientos del 10,9% y el 11,7%, respectivamente). El caso del puerto de Tarragona resulta el más revelador: del año 2000 a 2001 su actividad cayó el 2,5%o (con un movimiento de 26,8 millones de toneladas), con descensos pronunciados en sectores como las mercancías en contenedor (el 13,9% menos).
El otro puerto de interés general en Cataluña, el de Barcelona, que ocupa la segunda posición tras el de Algeciras, creció en este mismo periodo el 5,9%, con 32 millones de toneladas. Sin embargo, su ritmo de crecimiento, en apartados como las mercancías generales (el que más aumenta), es mucho menor que el registrado en el puerto de Valencia, que creció el 11,7% y ya supera al de Barcelona en contenedores. Barcelona ganó el 3,2%, básicamente por el movimiento de cerámica, café y aguas minerales, y se mantiene en el segundo puesto, pero Valencia amenaza con arrebatarle la posición.
Las causas, en opinión del PSC, son una 'evidente desactivación' de los puertos catalanes debido a tres grandes problemas. En primer lugar, la dificultad de la gestión compartida de los puertos catalanes con 'absurdas disputas por el protagonismo' entre Gobierno central y el de la Generalitat y los municipios. Para paliarlo, los socialistas reclaman un giro radical con la creación de consorcios que los gestionen con presencia de todos los sectores implicados. En segundo lugar, la 'insuficiencia' de inversiones públicas en estas infraestructuras, con la necesidad de que estas aportaciones 'complementen' las privadas que permitan mejorar la competitividad de los puertos.
Por último, la necesidad de mejorar las conexiones viarias terrestres de los puertos catalanes, sobre todo en el ámbito ferroviario, en el que proponen diseñar una red específica de mercancías (con vías de ancho ibérico y de ancho europeo) independiente de la de pasajeros, en concordancia con las indicaciones del Libro Blanco del transporte de la Unión Europea.
Los socialistas critican la indefinición del actual modelo de ancho europeo que maneja el Gobierno central, que supone que entre Tarragona y Francia las vías de alta velocidad sirvan a la vez para pasajeros y mercancías, lo que no pasa en ningún otro punto de España ni de Europa. También señalan el incremento de costes que supone para los transportistas que los puertos catalanes dependan de vías de peaje, lo que no ocurre en Valencia ni en Andalucía.
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