'Los alimentos transgénicos son parte del problema del hambre'
El ingeniero agrónomo Juan Felipe Carrasco (Madrid, 1970) es el responsable de la campaña Ingeniería Genética de Greenpeace España. Esta semana ha participado en las Jornadas de Naturaleza organizadas por Zumardi en Tolosa en torno a la biotecnología, en las que disertó sobre su aplicación a la nutrición.
Pregunta. ¿Qué ventajas presenta esta aplicación?
Respuesta. Desde el punto de vista de la investigación es positiva. Nosotros estamos en contra de la liberación voluntaria de transgénicos al medio ambiente. Las supuestas ventajas que esto tiene son cortoplacistas. Por ejemplo, si se produce un maíz que crea un insecticida para acabar con un insecto concreto, no se puede descartar que se esté cargando a otros.
P. ¿Qué hay de cierto en que los alimentos transgénicos pueden paliar el hambre en el mundo?
R. Los transgénicos no sólo no solucionan el hambre, sino que son parte del problema. Implementar tecnologías modernas y agresivas con el medio ambiente y la salud sin implementar soluciones sociales aceptables profundiza las desigualdades. El hecho de que en Asia haya carencias se debe, en parte, al monocultivo del arroz. Se ha eliminado la biodiversidad y se ha metido un monocultivo que genera una dependencia que ahora se intenta solventar con un producto transgénico mágico.
P. ¿Es un discurso que responde entonces a intereses económicos?
R. Completamente, como en cualquier otra actividad humana, pero, en este caso, de una manera cínica, porque estamos jugando con mil millones de seres humanos.
P. ¿El consumidor está informado sobre el origen de los alimentos?
R. Las multinacionales y las casas de alimentación no informan. La UE tampoco prevé proteger al ciudadano, ya que las directivas europeas de etiquetado y sus correspondientes leyes españolas dicen que hay que indicar la presencia de sustancias derivadas de cultivos transgénicos cuando son detectables en el producto final, obviando que en el proceso industrial se hacen indetectables pues bajan a niveles pequeños. Pero la planta de origen puede ser transgénica y ha hecho un daño social y medioambiental.
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