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El nuevo IRPF elimina el coste fiscal por cambio de fondo

Introducirá más competencia en el sector y el inversor irá a la caza de la mejor oportunidad

La posibilidad de mover el dinero de los fondos de inversión sin tener que tributar a Hacienda va a representar una revolución para la industria, así como en la estrategia de los inversores a partir de 2003. Una medida que aumentará la competencia en el sector y que llevará a los inversores a moverse de acuerdo a la evolución de los mercados y no, como ahora, por el coste fiscal.

Esta facilidad en el cambio de fondo exigirá al inversor ser más activo u optar por un asesor que, como el bursátil, les aconseje

Los cambios que prevé el nuevo impuesto de la renta de las personas físicas (IRPF) que entrará en vigor el próximo año no sólo tienen consecuencias económicas. Así, además de los menores impuestos que se aplicarán a la totalidad de los productos financieros, la novedad cualitativa reside en que se podrá cambiar de fondo de inversión sin tener que pasar por la ventanilla de Hacienda. Una medida que, lógicamente, exige que se reinvierta el mismo dinero y que se haga en los fondos que están inscritos en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Falta la aprobación en el Parlamento del nuevo impuesto y un posterior desarrollo reglamentario que precise las condiciones del levantamiento de este peaje fiscal que pagaban los inversores en fondos hasta ahora. Esta importante novedad tiene un claro beneficiario: el inversor. Para la industria de fondos este cambio no es tan grato, pues permitirá al inversor acudir a las ofertas más interesantes y se perderá el carácter cautivo de muchas de estas inversiones, donde los ahorradores prefieren quedarse como están a tener que pagar el 18% (tipo actual) de la ganancia a Hacienda si han permanecido más de un año en el fondo.

Beat Wittmann, estratega jefe del banco suizo Clariden Bank especializado en la gestión de fondos sectoriales, considera que esta libertad fiscal en el movimiento de los fondos es muy positiva. 'Hasta ahora, el ahorrador en fondos ha seleccionado el producto y marcado su estrategia de acuerdo con su repercusión fiscal. A partir del próximo año, su estrategia estará definida en función de las oportunidades que presente cada mercado y de acuerdo con el perfil de riesgo que está dispuesto a asumir en cada momento. Además, supondrá una colocación de capital más eficiente e introducirá competencia en la industria de fondos. Estoy convencido que los grandes bancos van a empezar a ofrecer productos de otros bancos en un ambiente de competencia. Éste será un proceso muy rápido', concluye.

Actualmente, en el mercado español de fondos apenas se aplican las comisiones de suscripción o reembolso que se aplican cuando un ahorrador entra en el fondo o decide salirse del mismo. En España priman las comisiones de gestión y las gestoras tienen un tope máximo del 5% sobre el valor de la participación para aplicar las de suscripción o reembolso. Uno de los temores es que ante la facilidad fiscal de cambiar de fondo, las gestoras se vean tentadas a utilizar las comisiones de entrada y salida para mantener cautivos a sus partícipes.

Santiago Satrústegui, socio fundador de Abante Asesores, no cree que produzca una estrategia de este estilo entre las gestoras. 'Sería una medida disuasoria para invertir en fondos. A falta de un desarrollo reglamentario, mi principal temor no es el establecimiento de estas comisiones sino que sólo se permita cambiar de fondo dentro de una misma gestora. Si se optase por esta opción no se habría hecho práctiamente nada y tampoco se favorecería la competencia entre distintas gestoras'.

Asesor en fondos

Los expertos consultados coinciden en que la facilidad para cambiar de fondo va a traer una nueva figura al mercado: el asesor de fondos de inversión. 'Habrá un grupo de analistas que se especializarán en seguir detalladamente la evolución de los fondos para asesorar a sus clientes cuál es la opción más interesante en cada momento. Por ejemplo, nosotros en la Bolsa suiza tenemos 500 valores cotizados, pero nada menos que 3.000 fondos de inversión. El asesoramiento será muy importante', explica Beat Wittmann.

Por su parte, Santiago Satrústegui, apunta que el 'gran beneficiario con la nueva normativa será el inversor particular. Actualmente, la relación entre las gestoras y los ahorradores termina con la venta de uno o varios fondos. A partir del próximo año, la relación comenzará con la venta de estos productos, ya que el invesor necesitará un continuo asesoramiento para ir buscando las mejores opciones en cada momento. Así, considero que se creará una nueva figura de asesor financiero independiente que busque entre las distintas gestoras las mejores oportunidades'.

Además de esta revolución para la industria de fondos, la nueva normativa introduce novedades importantes que suponen pagar menos impuestos para las rentas de capital. Así, las propias plusvalías de los fondos, acciones o inmuebles pasarán a tributar al 15% frente al 18% actual en la declaración de renta que se realizará en 2004, siempre que se mantengan por un periodo superior al año.

Otros productos

Los seguros de vida también tendrán más ventajas. Así, cuando la inversión tenga más de dos años, el ahorrador pagará por el 60% de la ganancia, quedando el 40% exento. En caso de que esta inversión dure más de 5 años, la reducción se eleva hasta el 75%. También los seguros de vida-ahorro cuando carezcan de liquidez como los planes de pensiones se podrán equiparar a éstos y, por tanto, gozar de desgravación. Una desgravación que ha visto aumentar sus cantidades en el caso de los planes de pensiones hasta los 8.000 euros en general y que puede llegar a los 24.250 euros si el ahorrador tiene 65 años. Desde los 53 años, se permite, pues, aumentar la cantidad destinada a los planes de pensiones.

También las rentas derivadas de alquiler van a gozar de una reducción del 25%, por lo que tributará el 75% restante del rendimiento obtenido. Una medida que se vuelve más generosa para las viviendas que estén actualmente desocupadas ya que durante cinco años disfrutarán de una exención del 50% de las rentas obtenidas.

Con la nueva medida, los grandes bancos comercializarán fondos de inversión de otras entidades.
Con la nueva medida, los grandes bancos comercializarán fondos de inversión de otras entidades.ANTONIO ESPEJO

Mejor las plusvalías que los rendimientos del capital

Los rendimientos del capital mobiliario mejoran su tratamiento en la declaración de la renta que se hará en el año 2004 si el ahorrador consigue tener paciencia para mantener su inversión. No obstante, las plusvalías siguen siendo más atractivas para las rentas medias y altas, ya que tributan al tipo fijo del 15%. En la pasada reforma de 1998, los rendimientos que se mantuviesen por un periodo superior a los dos años contaban con una reducción del 30%, es decir, se pagaba por el 70% de estas ganancias. Unas ganancias que se consiguen en los depósitos bancarios a ese plazo o en la compraventa de bonos y obligaciones que se mantengan durante ese periodo. Pues bien, el texto de nuevo IRPF aprobado por el Gobierno eleva al 40% la reducción cuando se mantienen más de dos años. Con ello, el inversor pagará por el 60% de esos intereses al tipo marginal en su IRPF. Asimismo, incorpora un nuevo plazo. Los intereses que semestral o anualmente se perciben por intereses de bonos u obligaciones o de depósitos que repartan sus ganancias al obtenerse en menos de dos años tributarían sin ningún tipo de reducción. Para unas rentas medias en torno a los 25.000 euros anuales, esta medida supondrá pagar el 16,8% sobre las ganancias obtenidas, ligeramente superior al 15% que se paga por plusvalías patrimoniales. Sólo a los inversores con ingresos inferiores a los 13.800 euros al año, les resultará más beneficioso obtener sus ganancias como rendimientos del capital mobiliario que como plusvalías, aunque la distancia es muy pequeña. Estas rentas pagarán, tras la reducción del 40%, el 14,4% de las ganancias obtenidas, 0,60 puntos menos que si se tratase de plusvalías. La nueva normativa va a tener un claro efecto beneficioso sobre las rentas más modestas en el tratamiento de los rendimientos del capital mobiliario, mientras que al resto les interesan las plusvalías que, además, sólo precisan un año para madurar. Los dividendos se mantienen como en la regulación de 1998, con una multiplicación del 140% en la base imponible y luego una reducción del 40% en la cuota. Una forma de rendimientos que mantiene un atractivo interesante frente a otras rentas.

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