_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Terciando

Leído hace ya algún tiempo el alegato de Vicente Verdú desde Madrid en favor de una oposición más activa, y el subsiguiente de Félix de Azúa desde Cataluña abundando en los argumentos de su perplejidad por la falta de cohesión interna, tercio en el debate por entender que aquí desde el País Valenciano, con todas las dificultades que se quiera, la oposición está tratando de racionalizar al máximo su mensaje, aún con las dificultades adicionales derivadas de la confusión de argumentos con motivo de las elecciones primarias, e incluso en el caso de más difícil comprensión, como ha sido y será el tema del agua. Pascual Maragall, cuestionado recientemente por su propuesta de alianzas, y también por la cuestión del agua, visita con asiduidad Valencia, cosa que celebro, pues coincido con la alta valoración que sobre sus ideas expresaba Ernest Lluch, en un reciente libro de conversaciones mantenidas con Marçal Sintes. No se trata sólo de sus vínculos familiares maternos, sino de la actitud hace tiempo ya manifestada como cuando buscaba apoyos hace años, pese al anticatalanismo en alza, en su lengua, que es la nuestra, tras unos tibios siseos iniciales, en la Cámara de Comercio de Valencia, pensando en las ventajas que podrían derivarse con motivo de la organización de los Juegos Olímpicos en Barcelona. Posteriormente ha regresado varias veces, de las que yo haya podido tener conocimiento, de la mano de sus amigos, Ricard Pérez Casado, para hablar de la Europa de las ciudades en el Colegio Mayor Rector Peset, y de la de Joan Ignasi Pla, de la ampliación del marco de actuación de las regiones europeas, y en particular de la vertebración del Arco Mediterráneo, en aras de unas seguras sinergias, firmando la Declaración de Valencia. En esta última ocasión, acompañados ambos, Maragall y Pla, de los presidentes de Aragón y Baleares, Marcelino Iglesias y Francesc Antich, respectivamente, en una actitud sin duda modélica para la coordinación de programas y toma de iniciativas políticas.

Además, los firmantes de la Declaración se manifestaron claramente en lo relativo al Plan Hidrológico, contra el uso insostenible de los recursos hídricos que incluía, en el trazado expuesto, la construcción de más de cien nuevos pantanos, y se quedaba en el trasvase del río Ebro. Todo ello haciendo hincapié de manera principal en la cuestión del marco de representación institucional de las autonomías, léase Senado, y en particular en el caso de las regiones del Mediterráneo noroccidental, en la necesidad de una legislación comprensiva de la realidad de las regiones, de la España plural frente a la radial, junto a la consideración de sus relaciones con las correspondientes de Francia e Italia, coincidiendo así con la concepción geopolítica manifestada recientemente por la Unión Europea.

Por todo ello, la oposición incidió con sus propuestas en favor de la racionalidad, de manera que en el tema del agua, se asegurara el desarrollo futuro de la economía agrícola y turística valenciana, evitando al tiempo perder la financiación de la UE, si bien no olvidando que también proviene de nuestros bolsillos, y que debe financiar proyectos formulados con la mayor viabilidad. La política correcta obliga a optimizar los recursos escasos y no a su utilización partidista. La racionalidad del mensaje acabará imponiéndose, y tanto en el caso señalado como en el de las elecciones primarias, acabarán prevaleciendo las tesis integradoras asumidas por Joan Ignasi Pla, en su intento de ofrecer una proyección más renovada.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_