De la Rosa y sus vestidos-colmena

Pedro de la Rosa, sevillano de 32 años, conquistó a los organizadores de la última Pasarela Gaudí de Barcelona, en julio de 2001, con su colección para mujer inspirada en las colmenas. El diseñador, que en la pasada edición fue uno de los tres jóvenes seleccionados por la feria catalana para mostrar su trabajo, se prepara ahora para su puesta de largo en el mundo de la moda. Sus creaciones se verán por primera vez el próximo septiembre en la Pasarela Gaudí para la temporada primavera-verano 2003, al mismo nivel que los diseñadores más famosos del país.

Las celdas de lino, cáñamo o lienzo moreno que eclipsaron en la capital catalana protagonizarán mañana la Desing House Night, un espectáculo multimedia que se celebra en la discoteca Collage de Sevilla, en el que De la Rosa mostrará su trabajo en Sevilla.

'La colmena se ha convertido en el sello de mis producciones. Las celdas son una metáfora de la civilización y las creaciones que presenté en la Pasarela Gaudí le deben mucho a la arquitectura. La constancia de las abejas ha sido siempre un ejemplo para mí y creo que sus construcciones dan mucho juego para mis creaciones de alta costura', comenta Pedro de la Rosa (Peñaflor, 1969). La alta costura a la que se refiere el diseñador son sus vestidos realizados todos a mano, con materiales naturales, pero que no tiene nada que ver con los modelos de precios astronómicos de las grandes firmas.

Los 20 modelos que podrán verse mañana por la noche en Sevilla han salido de su taller de Peñaflor, un antiguo convento en el que Pedro de la Rosa trabaja junto a ocho costureras y a la estudiante de Bellas Artes Virginia Cabrera, de 24 años, que ha diseñado todos los complementos. El equipo trabaja en un antiguo convento en el centro del pueblo que tiene poco menos de 4.000 habitantes.

'La colección tiene raíces muy andaluzas. El blanco es la clave de todo y sobre este color base voy introduciendo azules, rojos y marrones', comenta el diseñador que lleva 14 años trabajando y ha obtenido, entre otros, el premio de la colección hombre de la Bienal de Jóvenes Creadores de Europa y del Mediterráneo que se celebró en Sevilla en 1997.

'Ahora me dedico solamente a crear para la mujer. Las mujeres evolucionan y cambian mucho más que el hombre, lo que permite también realizar una línea más comercial', asegura el diseñador que ha creado vestidos de grandes volúmenes, muy arquitectónicos y que, según confiesa, están inspirados en los edificios de arquitectos tan dispares como Gaudí o Mies Van der Rohe.

De la Rosa ha diseñado también para los escenarios. Durante tres años ha sido técnico de vestuario del Centro Andaluz de Teatro y ha firmado el vestuario de obras como Notas de cocina, dirigida por Eduardo Rodríguez; o Final de partida, por Juan Dolores Caballero.

Aunque su horizonte es ahora la Pasarela Gaudí del próximo septiembre, donde presentará 50 modelos con estampados inspirados en los azulejos andaluces, el diseñador está trabajando en la comercialización de su marca, De la Rosa, que en principio piensa distribuir en tiendas de Barcelona, Madrid y Sevilla. 'El problema de Sevilla es que el público es muy clásico en conceptos y materiales', apunta su colaboradora Virginia Cabrera.

La idea de celebrar la Desing House Night ha sido de Aenima Producción, una empresa que han montado tres estudiantes de Ciencias de la Comunicación de Sevilla, para apoyar a los artistas noveles andaluces. Iván García, 24 años; David Domínguez, 26 años, y Carlos Conde, 24 años, son los fundadores de Aenima quieren derribar las fronteras de la creación y que todos se contaminen.