Empate poco productivo para Málaga y Mallorca

El empate siempre es mal resultado cuando los que juegan necesitan puntos y, si el marcador no se mueve, entonces son muy pocos los que salen satisfechos del estadio. Y pocos estaban contentos porque buena parte del público se despidió gritando aquello de ¡Tongo, tongo!, lema recurrente por aquello de las participaciones empresariales en las sociedades anónimas deportivas. Sea como fuere, a ambos conjuntos les habría venido bien la victoria si se miran los demás resultados.

El Mallorca enseñó los dientes primero con un comienzo efervescente. Fue como si quisiera marcar rápido para luego verlas venir bien plantado atrás. No consiguió el gol y con el tiempo sólo le quedó la entereza defensiva.

El control pasó al Málaga, que no pudo aprovechar los espacios de una defensa rival adelantada al carecer de del desmarque de su único punta ayer, Dely Valdés. El ataque local tampoco pudo hilar entre líneas porque el Mallorca presionó muy junto, eficacia que también se fue perseguida por el reloj.

Darío Sílva faltó, al igual que Romero, que fue sustituido por Leko. El plantel inicial de Peiró invitaba al optimismo y lo cierto es que las maneras eran distintas. Leko trató siempre de organizar ataques controlados junto a Zárate, a rachas disperso. El que sí participó fue Musampa, aunque anduvo desorientado en el disparo.

El dominio del Málaga era tan absoluto como estéril. Se acentuó en la segunda mitad y alcanzó su cima durante los diez minutos en los que el equipo isleño jugó con uno menos por la expulsión de Engonga, que duró siete minutos en el césped. El equipo de Peiró llegaba arriba sobrado, pero todas sus acciones acabaron en saco roto, bien por penosos disparos a puerta, malas entregas o remates fáciles que se iban al limbo.

Y cuando todos creían que el gol era cuestión de tiempo, Fernando Sanz fue expulsado tras abortar en falta una escapada de Luque. A partir de ahí el Mallorca se creció y volvió al partido con más fuerza que nunca. Los hombres de Kresic crearon las ocasiones más claras, con una falta directa a la cruceta y un sencillo remate fallado por Etoo. Al final, poca gente contenta.