'No confío en la literatura como conocimiento'

Agustín Vicente (Bilbao, 1970) acaba de publicar su primera novela, un relato intimista, alegórico, como se aprecia ya desde mismo título de la obra. Musgo (Editorial Bassarai) recrea el enamoramiento de un joven en una ciudad gallega durante un lluvioso invierno. Estos ingredientes parecen en un principio ajenos a quien es también profesor de filosofía analítica en la Universidad de Valladolid.

'Es cierto, para mí la razón es el único modo de conocimiento posible y la única forma de convivencia, por lo que no tengo demasiada confianza en la literatura para trabajar en estos ámbitos'. Así habla Agustín Vicente, el filósofo que cuenta con un alter ego que es quien trata de explicar por qué escribe: 'Mi dedicación literaria es en busca de la belleza porque creo que lo más bello que yo puedo llegar a hacer es escribir'.

El escritor bilbaíno recrea en su novela ese momento en que un hombre se siente por fin aprovechado. 'Es una sensación frecuente, la de que no conseguimos llegar a una vida plena salvo en algunas ocasiones. Como le ocurre en la novela al protagonista, el encuentro con la mujer es el momento en que ambos sienten que la vida es bella; uno puede tener una mala vida, pero siempre aparecen esos destellos', afirma el autor.

Para contar esta historia, Vicente ha buscado la creación de atmósferas con inspiración musical, pero sin olvidar referencias a todo aquello que ahora resulta cotidiano, como la televisión, el teléfono móvil o los héroes del cine. 'En realidad es una novela metafísica, simbólica, en la que introduzco esos elementos como meras anécdotas', apostilla el creador de una obra que también incluye juegos formales cercanos a la poesía visual.

El Agustín Vicente escritor bebe de la tradición de la novela centroeuropea, mientras que el filósofo es deudor de los pensadores anglosajones. Ambos habitan el mismo ser, pero apenas se conocen. 'Son compartimentos impermeables, tanto que no tengo mucha capacidad de reflexión acerca de lo que es escribir, de lo que es la literatura. Se hacerlo, pero no se cómo', concluye el autor de Musgo.