Carta a los sindicatos después de una huelga
Siempre he creído que los sindicatos protegían al obrero, pero en esta brutal huelga de transportes públicos se ve claramente que vosotros protegéis al más protegido, al más pudiente, ya que los que no tenemos ningún medio de comunicación para desplazarnos tenemos que estar limosneando a los que lo tienen, perder los días de trabajo, perder la citación médica solicitada hace seis meses, no poderte desplazar al médico si te manda el de cabecera y muchos etcéteras.
Hablo desde una zona lejana, donde no hay tren ni metro ni nada, sólo el bus, que, aunque tarda dos horas en llegar, aunque sólo hay 40 kilómetros, llega.
Está claro que, si aceptan vuestras reivindicaciones, a los usuarios de los transportes nos tendrán que subir el viaje el 100%, ya que las subidas que planteáis no pueden pagarlas los empresarios porque, para no ganar nada, quitarán el negocio.
Vuestros piquetes se comportan como terroristas porque no tenéis reparos en destrozar autobuses con los viajeros dentro.
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