Bové invita a los delegados a enviar una misión colectiva a la zona de conflicto

José Bové, cofundador en Francia de la Confederación Campesina y destacado activista contra la globalización económica, invitó ayer a los miembros de las delegaciones oficiales que participarán en las reuniones de la Conferencia Ministerial Euromediterránea a viajar a Palestina para interponerse entre las tropas del Ejército de Israel y los vecinos palestinos en calidad de escudos humanos. Más aún, apeló a todos los activistas a impedir el descanso de las delegaciones oficiales durante su estancia en Valencia hasta que acuerden enviar una misión colectiva a la zona del conflicto.

Bové participó en la sesión inaugural de unas jornadas organizadas por el Comité de Apoyo de la Causa Árabe (CSCA) y Ca Revolta que se prolongarán durante el fin de semana contra la globalización económica del mundo árabe. Según su versión, el conflicto palestino es una expresión de las vertientes económica y militar de la globalización de los mercados. Bové sostiene que el conflicto entre israelíes y palestinos es expresión de las dos vertientes, económica y militar, de la globalización. Sugirió que los países favorables a la globalización económica sostienen los regímenes autoritarios en el mundo árabe. Y apuntó que la Unión Europea es cómplice de la agresión israelí debido a su pasividad.

Acuerdos económicos

Para sustentar sus tesis, Bové recordó que los acuerdos de paz firmados en Oslo entre israelíes y palestinos 'no son políticos, sino económicos'. 'El 80% del contenido de los acuerdos es puramente económico', afirmó.

Fiel a la acción directa, Bové, que se definió como 'sindicalista', aventuró que si Yasir Arafat sigue vivo en los sótanos de su cuartel general en la localidad de Ramala es gracias a la presencia de una treintena de pacifistas europeos que le acompaña en su refugio.

De acuerdo con la misma lógica, sugirió que los delegados oficiales deben desplazarse a Palestina si realmente quieren detener el conflicto. Y fue especialmente crítico hacia los estados árabes que se niegan a implicarse directamente.

El conjunto de las jornadas está destinado a poner de manifiesto la perversión que supone el término euromediterráneo. La lógica común, según explicó Javier Rojo, del CSCA, debería inclinarse por el término euroárabe. Pero la presencia de Israel como ariete de la globalización económica en el mundo árabe fuerza la distorsión.

Bové se desplazó por la mañana a La Punta, la zona de huerta próxima al puerto donde está prevista la construcción de la Zona de Actividades Logísticas para almorzar con la asociación de vecinos que encabeza la resistencia contra el proyecto. El activista francés se mostró muy receptivo hacia los problemas de los vecinos pero eludió cualquier pronunciamiento.