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Entrevista:RICARD GOMÀ | Presidente de Nous Horitzons

'Lo que define una política de izquierdas es el valor en que se basa'

Enric Company

Un profesor de ciencia política que hace dos años no estaba afiliado a Iniciativa Verds (ICV), Ricard Gomà (Barcelona, 1964), ha sido nombrado presidente de la Fundación Nous Horitzons. Nous Horitzons fue la revista teórica del PSUC, el partido de los comunistas catalanes, y ahora la fundación y la revista del mismo nombre son el espacio de reflexión de ICV para reformular las que antaño eran inmutables certezas de la izquierda. La fundación se ha dotado de un patronato de 100 miembros, cuya gran mayoría cuenta menos de 40 años. Más de la mitad son profesores universitarios, y abundan también los comprometidos con los movimientos sociales que preconizan el nuevo banderín de enganche de la izquierda: otra Europa y otra globalización.

Iniciativa Verds reactiva la fundación Nous Horitzons como ámbito de reflexión política

Pregunta. ¿Se puede pasar tranquilamente de ser el órgano teórico del partido comunista a ser otra cosa sin cambiar ni el nombre?

Respuesta. Nous Horitzons no ha dejado de editarse desde 1960 y su cabecera es, junto con Treball, un elemento de continuidad enmedio de grandes cambios. Han cambiado tantas cosas, y tan rápidamente, que ha sido necesaria una renovación a fondo. Pero, pese a todo, no queremos que se viva como un corte. Apostamos por el ecosocialismo y la izquierda verde como superación del comunismo, pero sin renunciar a valores de la izquierda transformadora que queremos mantener.

P. ¿Qué es lo que mantienen, del viejo ideario?

R. La lucha contra la precariedad laboral, la expansión de las prestaciones sociales, la oposición a las reformas fiscales regresivas, la conciliación de la vida laboral con la familiar, por ejemplo, siguen estando en el centro de nuestras reflexiones.

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P. Y lo nuevo ¿qué es?

R. La sostenibilidad, entendida como nueva relación entre economía y ecología; un nuevo modelo energético, con el rechazo a las centrales nucleares; la apuesta por el transporte público; todo lo que viene del feminismo, como la lucha por la paridad, por una nueva organización del tiempo que permita compaginar actividad laboral, vida familiar, formación y participación cívica.

P. ¿Cree que estas apuestas sustituyen ideas tan fuertes como la igualdad de clases, el comunismo...

R. Ahora huimos de la retórica. No estamos haciendo una reelaboración abstracta, ni redefiniendo ideológicamente la izquierda del siglo XXI. Somos más humildes. Hacemos propuestas sobre asuntos concretos. Por ejemplo: renta básica, movilidad sostenible, presupuestos participativos, servicios de proximidad... ¿Qué hay de transversal en todo esto? Voluntad de redistribución de la riqueza y de las oportunidades; la ecologización de la sociedad; una idea más paritaria de la sociedad; una nueva relación entre la política y la vida cotidiana de las personas. Avanzar en todo esto es lo que ha de permitir construcciones más abstractas.

P. ¿Perciben que hay demanda social para esta redefinición?

R. En términos de política clásica, no mucha; pero sí sobre cuestiones concretas que den respuesta a necesidades nuevas. Pongamos por caso, educación de cero a tres años, servicios a personas mayores...

P. ¿Eso sustituye las grandes concepciones?

R. No, pero creemos que la mejor manera de afrontar el desgaste de la política es hacer políticas concretas que planteen alternativas de izquierdas.

P. ¿Y cómo hacen para definir que una política concreta es de izquierdas?

R. Porque la basamos en valores inequívocamente de izquierdas: redistribución de la riqueza; igualdad social; diversidad cultural, étnica y generacional; participación democrática en la adopción de decisiones políticas; ecología y sostenibilidad...

P. Pero de esto hablan actualmente todos los partidos, también los de la derecha.

R. Cierto. Pero una cosa es ponerse estos grandes conceptos en la boca y otra basar las políticas en ellos. Y si realmente se aplican, pues fantástico. Lo malo es que muy a menudo se utilizan estas palabras para vestir políticas contrarias a ellas y entonces lo que sucede es que se pervierten los conceptos, se manosean y se crea mucha confusión. Eso es, por ejemplo, lo que sucede con el Plan Hidrológico Nacional, que atenta claramente contra la sostenibilidad medioambiental y económica, pero el Gobierno lo presenta como si fuera sostenible.

P. ¿Qué hacer, entonces?

R. A los partidos de amplio espectro les va bien la confusión, el batiburrillo de ideas. Les permite utilizar grandes palabras para hacer cualquier cosa. Nous Horitzons se dedica a lo contrario: fijar conceptos para políticas concretas. A nosotros nos interesa precisar.

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