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Crónica:La jornada de Liga | FÚTBOL
Crónica
Texto informativo con interpretación

Tarde de siesta y billar

Plácido triunfo del Depor, que pierde por expulsión a Mauro Silva para la cita de Mestalla

Xosé Hermida

Después de la decepción europea, nada mejor para el Deportivo que un encuentro como el de ayer, una amena tarde de trotes y toquecitos para afianzarse en los primeros lugares y ensanchar la cuenta goleadora, que podría haber sido mayor a poco que se esforzase. El Depor se zambulló en el partido y, casi sin mojarse, encontró que la corriente bajaba en tromba a su favor: a los seis minutos ya había marcado dos veces, tantas como remates a puerta. El resto de la tarde transcurrió entre la siesta y las carambolas de billar a las que se entregaron los peloteros del Depor. Pero, como no existe la felicidad completa y el Depor acabó amodorrándose en exceso, al final también hubo malas noticias: Mauro Silva fue expulsado por doble amonestación y no podrá jugar la próxima semana el decisivo choque contra el Valencia en Mestalla.

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Si un partido es una confrontación entre dos, el de ayer en Riazor no duró más que seis minutos. El Espanyol ya estaba derrotado antes de que le diese tiempo a mancharse el uniforme. El Depor clausuró el choque con una facilidad y una rapidez fulminantes. No necesitó más que un córner, un contragolpe y un par de remates a puerta. En el primer minuto, Makaay cabeceó a gol un saque de esquina botado por Fran con su exquisitez habitual. Cinco más tarde, Sergio montó un contraataque con un gran pase largo hacia Makaay, quien esta vez cedió el gol a Tristán. El tanto provocó escenas poco frecuentes: el abrazo entre los dos jugadores que se disputan el puesto de ariete con indisimulada rivalidad, y la especial alegría de uno de ellos, Makaay, quien últimamente paseaba una preocupante desidia, como si se hubiese resignado ya a vivir eclipsado por la brillante estrella de Tristán.

A partir de ahí, el Depor mató el tiempo entre bostezos y juegos recreativos. El Espanyol probó durante un rato a ver si aún era posible aliviar el desgarro, pero como vio que la defensa local no le facilitaba la labor, firmó el armisticio y se repantingó en la butaca a ver cómo jugaba su rival. El cuadro de Flores dimitió de tal forma que ni siquiera se molestó en entorpecer las maniobras del Depor. Sin adversario enfrente, los de Irureta distrajeron la tarde acariciando el balón e hilvanando toda clase de combinaciones. En ese peloteo, hubo algunas delicias para el público: cuando futbolistas como Sergio, Valerón, Fran y Tristán se ponen a tocarla, la melodía siempre suena armoniosa. Aunque, como era previsible, el Depor le cogió tanto gusto a la filigrana que acabó cayendo en un exceso de barroquismo. Hubo algún hermoso arabesco, como aquel sombrerito que le tiró Fran al portero, dentro del área pequeña y casi sin ángulo, que a punto estuvo de entrar por el palo contrario. Y tampoco faltaron los adornos innecesarios, como el intento de Tristán de marcar un gol de vaselina ante la salida de Argensó cuando lo más fácil era el remate raso. Pero nadie se preocupó porque, en medio de tanto exceso, Makaay hizo su segundo gol y echó un poco más de tierra sobre el hoyo en el que se había enterrado el Espanyol.

De la segunda parte poco se puede decir más que el público acabó enfadándose por la desidia del Deportivo, que Irureta envió al pabellón de reposo a jugadores clave con ciertas fragilidades físicas -Fran y Valerón- y que Paco Flores no se resignó a salir humillado de Riazor. Hizo dos cambios en el descanso y presentó un equipo más aguerrido, que defendió su honor incluso cuando se quedó en inferioridad numérica por la expulsión de Soldevilla. Y como la pereza nunca queda sin castigo, el Depor perdió también a Mauro Silva, a quien llorará en su crucial visita a Mestalla.

DEPORTIVO, 3 - ESPANYOL, 1

Deportivo: Molina; Scaloni, Naybet, Romero, Capdevila; Sergio, Mauro Silva; Makaay, Valerón (Djalminha m. 56), Fran (Amavisca m. 46); y Tristán (Emerson m. 79).
Espanyol: Argensó; Navas, Lopo (Rotchen m. 46), Soldevilla, David García (Pacheco m. 65); Paulo Sousa (Ricardo m. 46), Morales; Posse, Palencia, De Lucas; y Tamudo.
Goles: 1-0. M. 1. Córner que saca Fran y cabecea Makaay.
2-0. M. 6. Tristán a pase de Makaay.
3-0. M. 33. Makaay, a cesión de Valerón.
3-1. M. 68. Rotchen cabecea una falta sacada por Tamudo.
Árbitro: Megía Dávila. Expulsó a Soldevilla (m. 66) por agarrar a Djalminha cuando iba a encarar al portero y a Mauro Silva (m. 78) por doble amonestación. Mostró tarjetas amarillas al propio Soldevilla y a Rotchen.
Unos 32.000 espectadores en Riazor.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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