Gigante con pies de acero
La economía china seguirá creciendo a un ritmo superior al 7%
La economía china crecerá a un ritmo anual entre el 7% y el 8% desde el año 2002 al 2005, y entre el 6,4% al 7,8% en el periodo 2006-2010, según el Centro de Investigación del Consejo Chino de Estado. Unas previsiones que confirma indirectamente el Banco de Desarrollo Asiático, que sitúa estas cifras en el 7% para este año y en el 7,3% para el 2003.
ECONOMÍA / COYUNTURA INTERNACIONAL
'China mantendrá un robusto crecimiento de su economía y, antes de 2005, el potencial de crecimiento anual no bajará del 8%', según un informe del Centro de Investigación Chino, que señala, no obstante, que el Gobierno deberá profundizar la reestructuración de las empresas estatales y activar la inversión del sector privado.
Según estimaciones de este organismo, informa Efe, el sector privado contribuye con un 33% al poducto interior bruto (PIB), algo inferior al 37% del sector estatal, mientras que el 30% restante corresponde a la aportación de la agricultura, las empresas de propiedad colectiva y las empresas con capital extranjero. En este sentido, Zhang Jun, portavoz del centro, subraya que la economía privada, que inició su desarrollo a comienzos de la década de los años ochenta, ha venido creciendo a una tasa anual del 20%, muy por encima del 9,5% que ha registrado el conjunto de la economía china en los últimos 20 años.
El Centro de Investigación, además, propone que Pekín mantenga la política fiscal activa y la política monetaria aplicada desde 1998 para evitar los efectos negativos de la crisis financiera del sureste asiático, como herramienta principal de gestión macroeconómica.
Esta advertencia no es baladí, ya que el área no termina de encarrilar claramente su futuro económico. El Banco Asiático de Desarrollo piensa que la región se recuperará sólo de forma 'moderada' este año, un 4,8%, frente al 3,7% registrado en 2001, cifra que aumentará hasta el 5,8% en 2003. Estas tibias, aunque mejores, perspectivas se deben al fortalecimiento de la economía de Estados Unidos junto al aumento de la demanda interna en algunos países asiáticos.
Por el contrario, las expectativas de este banco para China no dejan lugar a dudas: la imparable expansión del consumo interno y su reciente incorporación a la Organización Mundial de Comercio permitirán que ese país crezca el 7% este año y el 7,3% en 2003.
La industria terciaria mejorará entre un 7% y 9% en el periodo 2002-2003 y la agricultura se situará entre el 1% y 2% en el mismo periodo. Min Tang, jefe del departamento económico del banco, señala que a finales de 2001 había 30 millones de campesinos pobres en China, lo que supone una gran mejora frente a los 80 millones registrados en 1994, aunque reconoce que la línea de la pobreza establecida por el Gobierno chino en la década de los años ochenta está muy por debajo de los niveles internacionales, que la sitúan en un dólar estadounidense por persona y día.
No es el único problema del gigante asiático: al menos 80.000 obreros, más de la cuarta parte de la población activa de la ciudad nororiental de Daqing, han sido despedidos de varias compañías petrolíferas desde finales de 2000. Los obreros cesantes reciben una sola paga de 100.000 yuanes (unos 12.000 dólares) y no tienen derecho a una pensión, asistencia médica u otros tipos de protección social, según denuncia el diario South China Morning Post, editado en Hong Kong. Esta situación, que se repite en otras provincias, está provocando las mayores protestas obreras que conoce China desde el movimiento de Tiananmen, en junio de 1989.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.