Alierta culmina la renovación del consejo de Telefónica que heredó de Villalonga

Cuando van a cumplirse dos años de su acceso a la presidencia, César Alierta culminó ayer la renovación del consejo de Telefónica, con el relevo de los tres últimos consejeros independientes nombrados por su antecesor, Juan Villalonga, y su sustitución por hombres de su confianza: Pablo Isla, Gonzalo Hinojosa y Enrique Used, presidente de Altadis, Cortefiel y Amper, respectivamente. Por su parte, el BBVA ha decidido que José Antonio Fernández Rivero ocupe la vancante en el consejo que deja la dimisión de Pedro Luis Uriarte, aunque la vicepresidencia que éste ostentaba pasa a José Ignacio Goirigolzarri.

La junta de Telefónica centraba su mayor interés en la sustitución de Uriarte, que dimitió por su presunta implicación en las cuentas secretas del banco en paraísos fiscales, como máximo representante del BBVA ocupando la vicepresidencia. Ese cargo recae desde ayer en José Ignacio Goirigolzarri, consejero delegado del banco y que ya se sentaba en el consejo de Telefónica. Además, a propuesta del banco, principal accionista de la operadora, fue nombrado nuevo consejero José Antonio Fernández Rivero, director general de medios del BBVA.

Por lo demás, César Alierta ya tiene un consejo a su medida. La junta general de accionistas certificó ayer la salida de Gaspar Ariño, Pedro Ballvé e Ignacio Larracoechea, los tres últimos consejeros que quedaban en el máximo órgano de gobierno nombrados por Juan Villalonga.

Alierta aprovechó la finalización de su mandato de cinco años para sustituirles como consejeros independientes, aunque ha decidido mantener a Maximino Carpio, que también agotaba su plazo, pero con quien el presidente de la operadora mantiene una gran sintonía desde que ambos se alinearon contra la fusión con la firma holandesa KPN que planteó Villalonga en mayo de 2000, y que, a la postre, supuso la salida de éste.

Estrecha relación

Los tres nuevos consejeros independientes guardan todos en común su estrecha relación con Alierta en diversas fases de su carrera profesional. Pablo Isla le sustituyó como presidente de Altadis (antigua Tabacalera), tras pilotar conjuntamente el proceso de privatización de la tabaquera cuando era director general de Patrimonio. De hecho, cuando ocupaba este cargo, Isla fue consejero de Telefónica en representación del Estado, que controlaba el capital de la operadora.

A Hinojosa, presidente de Cortefiel, también le trató en Altadis, donde inventaron Vía Plus, un proyecto fallido para compras on-line desde los estancos que derivó en una unidad de negocio de comercio electrónico. Hinojosa fue uno de los purgados en enero en la reducción del consejo de SCH decidida por Emilio Botín en enero.

Enrique Used ha estado ligado a Telefónica durante toda su carrera profesional, y se ha ganado en su relación a Alierta, bajo que, además de propiciar su candidatura como presidente de Amper, empresa participada por la operadora, ha accedido al consejo de Terra Lycos, la filial de Internet.

Con ésta, son ya tres las grandes remodelaciones que lleva a cabo Alierta del consejo. La primera se produjo en diciembre de 2000, con la salida de Bert Roberts, presidente de MCI WorldCom, y de Martín Velasco. La segunda y más completa ocurrió en marzo de 2001 y salieron el copresidente del Banco Zaragozano, Alberto Cortina, y José María Más, entre otros.

Salvo estos relevos, la junta de accionistas no tuvo mayores sorpresas. Alierta, tras reiterar que las finanzas de la operadora están mucho más saneadas que la de sus rivales europeas, enfatizó que su gestión se verá presidida por la 'lealtad' hacia los accionistas y la 'transparencia' en la gestión del día a día, apelando al cumplimiento estricto del Código del Buen Gobierno en todas las áreas o grupos de interés implicados con la compañía. 'En definitiva, queremos asegurar que algo similar a lo ocurrido en Enron no podrá producirse jamás en el Grupo Telefónica', dijo Alierta. Por su parte, el consejero delegado, Fernando Abril-Martorell, acusó a la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones de tener una actitud 'excesivamente intervencionista'.