Completada la restauración de 27 esculturas del conjunto ibérico de Cerrillo Blanco

Cinco años después del inicio de los trabajos de restauración, la sala monográfica del Museo Provincial de Jaén dedicada al conjunto ibérico de Cerrillo Blanco exhibe ya las 27 esculturas que han podido ser restituidas de entre los 1.500 fragmentos que se localizaron casualmente en 1975. Los especialistas consideran que estas figuras, del siglo V antes de Cristo, son únicas para descifrar la evolución político-ideológica de la cultura aristocrática ibérica, donde las representaciones del poder se ejercían a través de esculturas de héroes.

Buena parte de las 27 esculturas restituidas simbolizan las luchas heroicas entre guerreros, casi siempre escenificaciones de rituales de sacrificio en honor de un ilustre difunto. Son los casos de esculturas como Guerrero de la doble armadura o Jinete en pie atravesando con su lanza a un enemigo caído. En otros casos se alude a los antepasados o a un universo mítico de seres fabulosos que les protegen y de los que se toma su fuerza, como es el caso de la escultura Gripho, palmeta y serpiente. La esfinge y el gripho, que derivan de una larga tradición oriental, protegen el poder real y se asocian a la fecundidad del príncipe aristócrata.

El conjunto escultórico ibérico se localizó casualmente en una finca agrícola privada en 1975. Se hallaron en total 1.486 fragmentos de esculturas destruidas de forma violenta en la antigüedad, cuidadosamente enterrados en una zanja cubierta por grandes losas, situada en la base de la ladera del Cerrillo Blanco, en Porcuna (Jaén). Un millar de esos fragmentos permanecen encajonados en el Museo de Jaén ante la dificultad de poder formar las esculturas originales.

Los primeros trabajos de protección y catalogación los realizaron Juan González Navarrete, entonces director del Museo Provincial de Jaén, y el conservador Constantino Unguetti, que restituyeron las primeras 18 esculturas.

No obstante, fue en 1997, merced a una comisión de expertos, cuando se inició la restauración de las figuras que aún estaban descompuestas, utilizando incluso técnicas de reconstrucción informática. En estos trabajos han participado técnicos del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, del Museo de Jaén y de empresas privadas de conservación arqueológica. En total se han invertido en los últimos años más de 180.000 euros (30 millones de pesetas) financiados por la Junta, el Ministerio de Cultura, las principales cajas andaluzas, la Asociación Amigos de los Iberos y el Museo de Bonn (Alemania), donde se exhibieron varias esculturas para la exposición Príncipes de Occidente.

Todas las piezas restauradas se exhiben ya en la sala monográfica que el Museo de Jaén dedica a Cerrillo Blanco desde hace tres años y que el próximo lunes visitará el Príncipe Don Felipe. La presidenta de la asociación Amigos de los Iberos, Pilar Palazón, reivindicó ayer mayor celeridad en la construcción del Museo Internacional de Arte Ibérico que será la futura sede del conjunto escultórico de Cerrillo Blanco y del vasto y amplio legado de arte ibérico de la provincia de Jaén.