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El falso espía declara que el 'caso Benjumea' fue un montaje de una persona de Caja San Fernando

Castellano niega ante el juez que el PSOE le encargara seguir al ex presidente de la entidad

Antonio Castellano, el falso detective que supuestamente espió, por encargo del PSOE andaluz, al ex presidente de Caja San Fernando, Juan Manuel López Benjumea, asegura que es la víctima de un 'montaje' que 'tiene todas las papeletas' de estar urdido por 'una persona de la Caja'. Castellano declaró ayer ante el juez por la querella que interpusieron contra él el presidente de la Junta y el secretario de organización del PSOE andaluz por injurias graves con publicidad y falsa denuncia, después de que, supuestamente, el falso detective afirmara en una conversación registrada en vídeo que ambos le habían encargado seguir a Benjumea. El falso espía admitió la conversación con los dos escoltas de Benjumea pero dijo que trató sobre asuntos laborales.

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Castellano asegura que ni es espía ni jamás ha trabajado en nada que se le parezca. Hasta que saltó el caso del falso espionaje, era empleado de una empresa dedicada a 'refinanciar deudas', de donde dice que le echaron en cuanto se le acusó de haber estado siguiendo durante meses a López Benjumea y su familia. 'Está claro que a alguien le interesaba montar esto', afirmó tras comparecer ante el juez, 'y no sé por qué me han elegido a mí. Me habrán visto cara de conejillo de Indias'.

Castellano declaró en el juzgado de instrucción número 1 de Sevilla durante más de hora y media, acompañado por su abogado, José Luis Herrera, y en presencia del letrado del PSOE para este caso, Alfonso Martínez del Hoyo. Ante el juez Antonio Miguel Estables, el falso espía negó su participación en los supuestos seguimientos y rechazó haber sido contratado por el presidente de la Junta, Manuel Chaves, el secretario de organización de los socialistas andaluces, Luis Pizarro, y el presidente de la Comisión de Control de San Fernando y ex presidente de la Diputación sevillana, Miguel Ángel Pino.

En su declaración ante el juez, Castellano detalló que el 24 de septiembre de 2001, cuando se encontraba en una cafetería próxima al Parque de María Luisa, entró en la terraza del local el ex presidente de Caja San Fernando, junto a miembros de su escolta. Tras esa coincidencia, que el abogado defensor calificó de 'absolutamente fortuita' y que López Benjumea consideró sospechosa, el falso espía dijo haber recibido varias llamadas del servicio de escoltas de San Fernando para comprobar su identidad. Castellano afirmó que entonces se dirigió a Juan Escámez, jefe de escoltas de la Junta, secretario local del PSOE en Sanlúcar la Mayor (localidad en la que reside el falso espía) y 'amigo de la infancia' para pedirle consejo. Escámez le dio una tarjeta con su número de teléfono para que los escoltas le llamaran si lo creían conveniente. Castellano sostiene que dio la tarjeta a los escoltas, que fueron a visitarle a su casa, según explicó su abogado.

Grabación en vídeo

Castellano reconoció haber mantenido una reunión con otros dos supuestos escoltas en otro bar de la capital unos días después, pero asegura que en aquel encuentro sólo se habló de asuntos relacionados con su trabajo; según el falso espía, una de estas dos personas (el detective Joaquín Corpas y un acompañante, que no pertenecían al servicio habitual de escoltas de Benjumea) le llamó porque le habían embargado la casa. 'Yo les dije todo lo que me tenían que documentar para intentar solucionarles el problema y ya nunca más volvieron a aparecer', asegura Castellano.El falso espía afirma que en una conversación telefónica previa a la cita, el supuesto cliente le dijo que trabajaba como escolta, pero no le precisó de quién. 'No terminaba de aclararse', afirma Castellano, quien explicó que, como la consulta era por un problema personal, no volvió a surgir más la profesión del cliente.

Aquel encuentro, no obstante, es la clave de la investigación porque su grabación en vídeo constituye la principal prueba que ha aportado el ex presidente de Caja San Fernando para implicar a Castellano en un supuesto espionaje hacia él y su familia. El juez, sin embargo, desmontó después esta prueba al afirmar que el vídeo, 'probablemente' fue manipulado y tras constatar que la policía tampoco había detectado 'seguimiento alguno' archivó la denuncia presentada por López Benjumea, aunque el ex presidente de San Fernando ha recurrido ante la Audiencia de Sevilla. La grabación, en la que supuestamente Castellano aseguraba que Chaves, Pizarro y Pino le habían encargado seguir a Benjumea, es también el sustento de la querella por injurias graves con publicidad y denuncia falsa interpuesta por el PSOE andaluz contra el supuesto detective y por las que ayer declaró éste.

Castellano y su abogado se quejaron de que todavía no han podido ver el vídeo y de que la única imagen que han visto del presunto autor del seguimiento a Benjumea es una fotografía publicada en algunos medios de comunicación. 'Ahora dicen que la grabación no aparece', afirmó José Luis Herrera, para quien 'lo lógico' es que, si las acusaciones se basan en esa cinta, 'quien acusa traiga la grabación'.

El abogado defensor se personó ya ayer en las diligencias jurídicas para pedir a la acusación que aporte la cinta original con la supuesta confesión del detective, ya que la facilitada a medios de comunicación e incautada por la policía no está completa.

El abogado calificó todo el asunto de 'kafkiano' y subrayó que 'lo curioso' del caso es que su defendido, sin 'saber nada de la historia', está haciendo frente a dos denuncias, la interpuesta por dirigentes del PSOE andaluz y la presentada por el ex presidente de Caja San Fernando. Castellano insistió en que el caso del supuesto espionaje es un 'montaje' urdido por alguna persona vinculada a la Caja. 'Uno sale por la mañana, compra un cupón y le toca. Pues yo salí una mañana, me tomé un café y me tocó esto', ironizó.

Antonio Castellano, ayer, a la salida de los juzgados.
Antonio Castellano, ayer, a la salida de los juzgados.PÉREZ CABO

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