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Vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones | FÚTBOL

El Panathinaikos llega a Barcelona seguido por 5.000 aficionados

Las primeras previsiones hablaban de 10.000. 10.000 forofos del Panathinaikos que, animados por una victoria que muchos deseaban pero muy pocos esperaban, abandonarían Atenas rumbo a Barcelona para ser testigos, el martes, de una posible clasificación para las semifinales de la Champions con tintes históricos. Pero la previsión se ha modificado a la baja. No porque la euforia griega se haya rebajado, sino porque problemas de logística mandan.

La victoria que el pasado miércoles el Panathinaikos le regaló a su afición ante el Barça en el Apóstolos Nikolaidis (1-0) fue tan inesperada que la posterior reacción ha topado con problemas de logística. Pocos eran los que habían previsto un posible viaje a Barcelona. Así, cuando en masa se fueron a mirar vuelos hacia la capital catalana, la respuesta fue desoladora: imposible encontrar plazas para 10.000 personas. Los directivos griegos han confirmado los problemas de organización. Aun así, desde las oficinas del Panathinaikos aseguran que 5.000 griegos apoyarán a su equipo en el Camp Nou.

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El éxodo griego hacia Barcelona comenzó ya el viernes y está previsto que se prolongue hasta el mismo día del partido. Algunos de los aficionados que tenían previsto volar el sábado tuvieron que aplazar su desplazamiento por problemas técnicos que impidieron a algunos aviones despegar de Atenas.

Fuerza e historia

Sí pudo hacerlo el conjunto dirigido por Sergio Markarián, que ayer, y con un día de antelación sobre lo previsto en principio, ya se entrenó en las instalaciones del Camp Nou. El Panathinaikos llega a Barcelona cargado de moral. El gol logrado por Basinas en Atenas ha reforzado la opinión de aquellos que, contra pronóstico, aseguraban que los griegos estaban preparados para dar la sorpresa. Entre ellos, el técnico uruguayo del equipo heleno. 'Pueden vernos como el equipo más flojo, pero el Panathinaikos tiene fuerza e historia', advirtió Markarián antes de abandonar Atenas. 'Los muchachos están preparados para luchar y dar una alegría a nuestra gente'.

Los griegos, no obstante, viven pendientes de un detalle: el poder de intimidación que ejerce el estadio azulgrana. 'Sabemos que no será fácil, que el Camp Nou es un de los estadios más grandes del mundo, pero vamos dispuestos a intentarlo', señaló el técnico del Panathinaikos.

Pese a todo, la trayectoria del actual Barça es un factor que alivia los temores de los griegos. 'Aunque tiene jugadores que pueden darle la vuelta al marcador, el Barça es un equipo sin cara propia, que juega con los restos del sistema de Van Gaal y que vive de aprovechar la calidad individual de sus grandes jugadores', escribe estos días la prensa de Atenas.

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