El Málaga acaricia la UEFA tras ganar al Tenerife
El Málaga va camino de completar su mejor temporada desde que ascendió hace cuatro años y lo hace justo cuando nadie daba un duro por un equipo desmantelado por la venta de sus jugadores clave el año pasado. Ayer sumó otros tres puntos de ilusión para optar por entrar a una Copa de la UEFA cada vez más cercana.
Las bajas obligaron a Javier Clemente a proponer una alineación de circunstancias que presentó batalla y fue generosa en la presión y el orden defensivo, pero sólo en los minutos iniciales. Delante, un Málaga sin demasiadas ideas y entregado una vez más a la estrategia y a los balones largos hacia sus delanteros.
El orden inicial del Tenerife pronto se desvaneció y su rival tomó el control exclusivo aunque con una carencia fundamental arriba. Faltó lo de siempre: un hombre con tacto suficiente para dar ese pase de gol en el último momento o para desbordar y desmantelar a las defensas más rocosas. El Málaga tiene jugadores de ese corte que normalmente ven los encuentros desde el banquillo.
MÁLAGA 2| TENERIFE 0
Málaga: Contreras; Josemi, Litos, Fernando Sanz, Roteta; Gerardo, Miguel Ángel (Zárate, m. 46), Romero, Musampa (Leko, m. 72); Dely Valdés y Canabal (Duda, m. 46). Tenerife: Iglesias; Basavilbaso, Muñoz, Alexis, Bermudo; Javi Venta (Xisco, m. 54), Bino, Jaime (Bassedas, m. 66), Iván Ania (Javi López, m. 66), Lluis Martí; Fuertes. Goles: 1-0. M. 48. Litos cabecea libre de marca una falta lateral bien ejecutada por Duda. 2-0. M. 88. Buena jugada por la banda de Zárete que cede atrás y Leko remata ajustado al palo derecho de Iglesias. Árbitro: Iturralde González. Amonestó a Josemi, Jaime, Iván Ania y Basavilbaso. Expulsó a Fuertes por doble amarilla. Unos 10.000 espectadores en La Rosaleda.
Mientras que el Tenerife se acurrucaba en el área de Julio Iglesias, el conjunto de Peiró llegaba sin demasiados alardes y presa del fuera de juego.
La providencia quiso que Duda y, sobre todo, Zárate salieran tras el descanso. Este último implantó el criterio, lo que ya supuso un problema para la zaga rival, cómoda con los balones. Precisamente fue de Zárate la jugada que propició el primer gol tras una falta que cabeceó Litos. A partir de ahí, el argentino se convirtió en la referencia en ataque. Siempre estuvo disponible para recibir el balón e inteligente para burlar la vigilancia de la zaga.
El gol no fue lo único que complicó la existencia al Tenerife. También puso de su parte Bichi Fuertes que, después de un manotazo a Litos, vio la segunda tarjeta amarilla después de tirarse a la piscina ante Contreras.
Los cambios tácticos de Clemente y la entrada de jugadores con mayor peso ofensivo no inquietaron a un Málaga que, con el gol, controló sin más y esperó que las oportunidades cayeran por su propio peso ante los riesgos que debía asumir su rival. La puntilla llegó en los últimos minutos de la mano de otra buena jugada del suplente Zárate, que sirvió el gol a Leko.
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