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Condenado a 95 años de prisión el etarra Rafael Caride Simón

La Audiencia Nacional ha condenado a 95 años y cuatro meses de prisión al etarra Rafael Caride Simón por la colocación de un coche bomba en Barcelona en abril de 1987, que explosionó al paso de un vehículo en el que viajaban dos agentes de la Guardia Civil, que resultaron heridos graves, y que costó la vida a un civil.

La sentencia impone a Caride, entregado por Francia a España en marzo de 2000, una pena de 30 años de cárcel por un delito de asesinato terrorista; 53 años y cuatro meses por dos asesinatos frustrados, y otros 12 años por el delito de estragos. Además, deberá indemnizar con 72.121 euros (12 millones de pesetas) a los herederos del fallecido y con 30.050 euros y 24.040 euros (cinco y cuatro millones de pesetas) a los guardias civiles que resultaron heridos.

En su relato de hechos probados, la Audiencia Nacional señala que a principios de 1987 el procesado y sus compañeros del comando Barcelona Domingo Troitiño Arranz y Josefa Mercedes Ernaga recibieron desde la dirección de ETA la orden 'de acabar con la vida de tantos miembros de la Guardia Civil como les fuera posible'. Y agrega que los terroristas realizaron desde ese momento vigilancias exhaustivas sobre los recorridos de los vehículos de la Guardia Civil.

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