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Campano homenajea a José Guerrero con 'Rojo de cadmio nunca muere'

La exposición podrá verse en Granada hasta el 7 de julio

Un diálogo entre pintores. Así es como ha definido el pintor Míguel Ángel Campano su exposición Rojo de cadmio nunca muere, un tributo a quien considera uno de sus maestros, José Guerrero, y uno de sus cuadros más importantes, La brecha de Víznar. La exposición de Campano, que estará abierta en el Centro José Guerrero de Granada hasta el 7 de julio, consta de más de una veintena de obras.

La brecha de Víznar, una obra de 1966 considerada como la piedra angular en la evolución artística del pintor granadino José Guerrero, y que fue en su día un tributo al recuerdo de Federico García Lorca, sirve como punto de partida para que Campano inicie un diálogo pictórico con José Guerrero a través de la muestra. 'Las obras que se exponen ahora', explicó el pintor, 'son de dos momentos distintos: uno, de finales de los setenta, cuando Guerrero vivía y nos veíamos prácticamente todos los días, y otra parte realizada el año pasado, mucho más centrada en La brecha de Víznar'.

Las salas del Centro José Guerrero de Granada acogen la obra de Miguel Ángel Campano en una suerte de conversación artística entre ambos creadores, aunque Campano insiste en que sus estilos son diferentes. 'Yo acostumbro a pintar muy rápido, aunque tras una larga meditación', explicó, 'mientras que el era de una getación muy lenta'.

La guerra civil como herida abierta subyace en la temática de la exposición. 'Para mí, La brecha de Víznar, que es la piedra angular de toda la obra de José Guerrero, es la historia de la herida que produjo la guerra civil. Ese cuadro es el punto de arranque y fue, además, el homenaje de Guerrero a García Lorca. Yo he querido rendirle tributo a los dos'.

Pintura pura

Campano reconoció cuánto le había influido conocer a José Guerrero, charlar con él y aprender de él. 'Él fue quien me encauzó por la vía pictórica. Yo venía de otras formas de arte, del bricolaje, cosas que no eran pintura pura. Su lección fue conducirme a esa pintura pura'.

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Miguel Ángel Campano, nacido en Madrid aunque residente desde hace largo tiempo en Mallorca, reivindicó una mayor difusión de la pintura y la obra de Guerrero. 'Su caso es único, y el reconocimiento hacia él no sólo debería ser nacional, sino internacional. Creo que ahora mismo José Guerrero no está en el lugar que le corresponde'.

El título de la exposición, Rojo de cadmio nunca muere procede del propio Guerrero y era una idea que anotó apresuradamente en un cuaderno de notas, sin que se conozca realmente su significado. La muestra, que fue inaugurada el pasado día 4, permanecerá abierta hasta el 7 de julio. En ella puede contemplarse la pasión por el color entre ambos artistas, la radicalidad de sus propuestas y el interés mutuo por el tributo a la memoria. La muestra está concebida de tal modo que los cuadros parecen concebidos para ser contemplados juntos.

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