Bush pide a Israel que retire sus tropas y envía a Powell

El presidente de Estados Unidos, George Bush, rompió ayer la pasividad que había mantenido ante la ocupación de los territorios palestinos por el Ejército israelí y, tras una semana de críticas y presiones por parte de sus aliados europeos y árabes, exigió a Israel que se retire de las ciudades ocupadas. 'Ya basta', afirmó Bush en su discurso. 'Las tormentas de violencia no pueden continuar', añadió. El presidente insistió en sus críticas al líder palestino, Yasir Arafat, por no evitar los atentados terroristas, pero exigió también a Ariel Sharon, 'hablando como fiel amigo de Israel', que ponga fin a su política de expansión y muestre 'respeto por la dignidad del pueblo palestino'. Poco después, Sharon autorizó al enviado especial de EE UU, general Anthony Zinni, a reunirse con Arafat, que cumplió ayer su séptimo día de asedio en Ramala.

Sharon menosprecia a Piqué y Solana al impedirles ver a Arafat horas antes de permitírselo al enviado de EE UU

Palestinos y franciscanos denuncian que las soldados israelíes destruyeron una puerta de la basílica de Belén

El gesto de Sharon fue un grave desplante para Josep Piqué, ministro de Exteriores español, y Javier Solana, alto representante diplomático de la UE, que viajaron de urgencia a Israel para intentar reunirse, sin éxito, con el líder palestino.

Mientras, los franciscanos de la basílica de la Natividad de Belén, el alcalde de esta ciudad y los palestinos refugiados en su interior denunciaron ayer que Israel destruyó una de las puertas del recinto. Un portavoz del Ejército israelí desmintió el ataque, aunque reconoció que sus tropas están operando en casas próximas a la basílica.