'Andalucía es una mina de diamantes'
Los ojeadores de los equipos más poderosos rastrean el Sur y el Atlético y el Sporting vuelven a volcarse en la formación
La frase es de Fernando Vázquez, ex técnico del Betis y actual preparador de Las Palmas: 'La cantera andaluza es una mina de diamantes'. El Betis vive en la abundancia que le da su escuela, que abastece no sólo al primer equipo -Capi, Joaquín, Varela, Dani...-, sino también a algunos de sus rivales: Fernando Sales y Jesús, en el Valladolid, y Pinto, en el Celta. ¿La clave? 'Nos hemos basado mucho en la estructura de Lezama [la cantera del Athletic], añadiéndole nuestra materia prima', explica Paco Millán, director de la escuela bética. 'El jugador sevillano es pícaro, listo, y está aprendiendo a sacrificarse', dice Pablo Blanco, encargado del fútbol base del Sevilla desde hace 18 años. 'Hay mucha afición y muchos espacios en las calles para jugar. Es una cantera inagotable con una técnica depurada', confirma Joaquín Rifé, del Barça. Versión que remata Pepe Bonet, secretario técnico del Mallorca: 'Es la cantera más parecida a la brasileña: Tristán, Campano, Novo, Lauren, Niño... A poco que les des trabajo...'. Pero no es solamente la escuela sevillana. También el Coria, el Málaga, el Córdoba... El Betis tiene 16 ojeadores. El Sevilla, 30. El Barça suele picar en Almería y Granada; el Madrid, en Málaga.
El Betis se ha basado en la organización de Lezama y en la creatividad sevillana
El Sevilla es un vivero de delanteros: José Mari, Reyes, Carlitos, Tevenet, Yordi, Jesuli...
- El Betis organiza pruebas técnicas, al inicio y el final de cada campaña, para 300 niños. Las superan muy pocos. Entre ellos, el internacional juvenil Meji. El cuadro médico de la primera plantilla atiende a los 225 chavales. ¿La relación Betis-Sevilla? 'Intentamos no tocarnos los jugadores porque las canteras son el alma del fútbol', dice Millán. ¿Alguna diferencia entre ambas escuelas? 'La nuestra puede ser un poco más creativa. El Sevilla es más directo en su juego', agrega.
- El Sevilla es un vivero de delanteros en los últimos años: José Mari, Reyes, Carlitos, Tevenet, Yordi y Jesuli. 'Hay 110 pueblos muy futboleros en la provincia', dice Pablo Blanco, que dirige 14 equipos y a unos 350 chavales en la ciudad deportiva José Ramón Cisneros Palacios. ¿En qué es pionero el Sevilla? 'En los cinco psicólogos que trabajan desde hace cuatro años'. Blanco explica la difícil relación de los clubes con los padres: 'Los padres de los que no juegan aparecen los lunes y aseguran que su hijo es tan bueno como el que juega'. El Sevilla paga los desplazamientos a los niños que vienen de los pueblos; los juveniles de la División de Honor ya tienen un 'sueldecito'.
- La vuelta atrás del Atlético. Después de que Jesús Gil cerrara la cantera y Raúl acabara en el Madrid, el Atlético ha vuelto a la formación con la fe del converso. Dispone de 45 ojeadores. Y los resultados -Fernando Torres- no se han hecho esperar. Es el único club con dos equipos juveniles en la División de Honor: el A, vigente campeón, y el Madrileño. 'Buscamos chicos que jueguen con presión y agresividad', dice el ex lateral izquierdo Toni Muñoz.
También el Depor, tras deshacerse de sus categorías inferiores en los años ochenta -sólo se quedó con el filial y dos juveniles-, se plantea recuperarlas.
- Las deudas del Sporting. A 3 kilómetros de Gijón está el mítico Mareo, vendido en 2001 al Ayuntamiento para hacer frente a las deudas del club con Hacienda. Funciona desde 1975 y, tras unos años de indefinición por el descenso de 1999, ha vuelto a los orígenes: la escuela artesanal, el buen gusto y la fuente de jugadores: los últimos son los centrales célticos Sergio y Yago, los sportinguistas Villa, Pablo Amo, Samuel... El esfuerzo es titánico para mantener en Segunda una de las infraestructuras mejores de España, con nueve campos de entrenamiento. Es el único club que organiza campus en verano por donde pasan más de 1.000 niños. También es el único que cuenta con escuelas privadas fuera de su comunidad: Cartagena, Toledo, Ourense, Logroño...
- El Villarreal ha invertido mucho en su ciudad deportiva. La dirige Alejandro López Ufarte, hermano del ex extremo zurdo de la Real. 'Nos entrenamos para que el juego se parezca a la calle, para que se recupere la espontaneidad', dice López Ufarte, gestor de 39 equipos y 650 niños, si bien muchos de ellos practican el fútbol-7 y abonan al club una mensualidad. En su residencia conviven 60 chicos -entre ellos, cinco cameruneses y dos brasileños-. Estos niños acuden a un instituto a tan sólo 30 metros, en el pueblo de Vila-real.
- El Zaragoza es un histórico, aunque sin frutos últimamente en el fútbol profesional. 'El interés por la base debería ser por vocación, no por obligación. Aquí [en España] dan salida a los chicos en el Betis, Las Palmas y el Sevilla', se queja Javier Ruiz de Lazcano, responsable del área. 'En nuestro fútbol, al espectador lo tenemos en cuenta', añade, pero advierte: 'Hay factores externos: los representantes, los padres, la televisión... Y a los niños se les prepara para esa vida real'.
- El Valencia: Paterna. 'Hay ojeadores hasta en los lugares más insospechados. La competencia es feroz', dice Robert Fernández, ex jugador del Valencia y el Barça. 'No queremos un desembarco de niños, sino una selección máxima: gente competitiva y de carácter, como ha sido el Valencia en los dos últimos años'.
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