El Gobierno aboga por dar un uso cultural o deportivo a Lemoiz
El plan territorial del litoral vasco la sitúa como área degradada
El Gobierno vasco contempla la utilización de las instalaciones de la central nuclear de Lemoiz para actividades científico-culturales, deportivas y hoteleras, según se refleja en su plan territorial del litoral vasco. En dicho documento, prácticamente ultimado para su aprobación inicial, se contempla la zona de Lemoiz como una de las seis áreas costeras degradadas en Euskadi que deben ser recuperadas medioambientalmente. El Ejecutivo autonómico descarta cualquier actividad industrial, residencial y también la conservación estricta de las instalaciones, paralizadas desde 1981.
El futuro de la central nuclear de Lemoiz, hoy en ruinas y cuyas obras fueron paralizadas hace más de 20 años tras un agudo conflicto social que derivó en político cuando intervino ETA, ha vuelto a ser motivo de debate con una iniciativa planteada por la Diputación de Vizcaya. El titular foral de Empleo y Promoción, Sabin Arana (EA), presentó a principios de marzo un proyecto de convertir la cala de Basordas -la zona en la que se asienta- en un parque temático dedicado a la energía, la ciencia, la tecnología y el medio ambiente.
Arana dijo que la inversión necesaria ascendía a 72 millones de euros y que se pretendía atraer a medio millón de visitantes anuales. Pero el diputado vizcaíno reconoció que no se incluía la compra de terrenos, propiedad de Iberdrola, ni los accesos a una zona distante 40 minutos en coche desde Bilbao. Sabin Arana admitió que era un proyecto 'muy complejo, difícil y costoso'.
El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco trabaja desde hace varios años en la elaboración de un plan territorial del litoral vasco. Los primeros borradores situaron a la cala de Basordas como una de las seis áreas costeras degradadas 'encaminadas a regenerar y recuperar su potencialidad ambiental'. El resto son el Abra Exterior del Puerto de Bilbao, el área de las playas de Las Arenas y la Bola, en Vizcaya; y en Guipúzcoa, el astillero de Kondemasti (Pasaia), la zona de Inpernupe (Zumaia) y el espigón de Ondarbeltz (Mutriku).
Un portavoz de Medio Ambiente señaló que este plan sobre el litoral vasco está preparado para su aprobación inicial pero avanzó que el departamento que dirige Sabin Intxaurraga esperará a la conclusión de otros planes territoriales en desarrollo.
El documento
El documento elaborado define al área de la central nuclear de Lemoiz 'sin vocación de uso definido' y establece cuatro categorías de actuaciones: propiciada, admisible, prohibida y no procedente.
En el primer apartado se incluyen actividades científico-culturales, entre las que tendría cabida la propuesta de parque temático de la Diputación; instalaciones al aire libre; hoteles y agroturismo; almacenamiento; plantas de tratamiento de agua y embalses y depuradoras.
En el apartado de usos admisibles se incluyen la instalaciones de campings, caza deportiva y actividades de recreo. El Gobierno considera prohibida la implantación de actividades de gestión de residuos e industriales, incluida la generación de energía. Finalmente, se estima improcedente la conservación estricta de las instalaciones de Lemoiz. El Departamento de Medio Ambiente ya se postuló en 1998 por un uso no industrial de la central.
Iberdrola, la propietaria de las 170 hectáreas que ocupa la central de Lemoiz y que invirtió más de 1.800 millones de euros en el frustrado proyecto, ya renunció a finales de la pasada década a su idea de habilitar una planta de ciclo combinado. No era rentable la demolición de las instalaciones para construir la nueva central energética.
La solución es complicada para un esqueleto de hormigón que supone más de 12 millones de euros anuales de gastos en mantenimiento. Es necesario un acuerdo con muchas partes: desde Iberdrola, el Ayuntamiento de Lemoiz o la Diputación vizcaína hasta el Gobierno central, tanto desde el Ministerio de Industria como por parte de la Dirección General de Costas.
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