El detenido por la muerte de Tamara, imputado por asesinato y agresión sexual
Cerrillo ratifica ante el juez que encontró el cadáver, en su piso de Salou, de forma casual
Juan Miguel Cerrillo, el albañil de 45 años detenido en relación con la muerte de la niña de Salou Tamara Navas, que desapareció hace un año y cuyo cadáver apareció en el domicilio de Cerrillo a finales de febrero, compareció ayer ante el Juzgado de Instrucción número 6 de Tarragona para escuchar las imputaciones del fiscal y de las acusaciones particulares. Éstos le acusan de los delitos de asesinato y agresión sexual con el agravante de la minoría de edad de Tamara.
A falta de incluir en el sumario los análisis del Instituto de Toxicología de Barcelona y la realización de mayores pruebas periciales y testificales, el fiscal y la acusación particular coincidieron en acusar de forma inicial a Cerrillo del asesinato y agresión sexual de la niña con el agravante de que ésta era menor de edad -tenía nueve años el día de su desaparición, el 3 de marzo de 2001-. Por ambos delitos Cerrillo podría ser condenado a unos 30 años de cárcel.
La jornada de ayer sirvió, además, para que los representantes de las partes (ministerio público, acusación particular de la familia, del Ayuntamiento de Salou y la defensa) solicitaran la realización de más pruebas, entre ellas una psicólogica del acusado.
Desde el momento de su detención, Juan Miguel Cerrillo, conocido en Salou por sus problemas con la bebida, ha negado que matara a la niña y explicó que el cuerpo apareció en su piso de formar casual, sin aportar mayor información al respecto. El hombre, que convivió con el cadáver de la muchacha cerca de un año, ha declarado ante el juez, Rafael Giménez, en dos ocasiones y en ambas ha mantenido su versión inicial. Pese a que todavía faltan pruebas por realizar, la autopsia practicada al cuerpo de Tamara reveló que había sido agredida sexualmente.
Petición de pruebas
El proceso de instrucción del sumario, debido a las innumerables pruebas solicitadas y al gran número de testigos, podría durar todavía varios meses, antes de que se lleve a cabo la apertura de la vista oral. Cerrillo será juzgado por un jurado popular.
Después de un año de infructuosas búsquedas por parte de la Guardia Civil, el cuerpo de la niña, en avanzado estado de descomposición, fue localizado por una brigada de trabajadores en el apartamento de Cerrillo, a pocos metros de donde vivían los padres de la niña. Los operarios fueron a limpiar el piso por orden del jefe de Cerrillo, a quien la casera se había quejado porque el inquilino no atendía los requerimientos de los vecinos por el fuerte olor que surgía de la vivienda. Horas después del hallazgo, Cerrillo fue detenido y el juzgado determinó su inmediato ingreso en prisión.
La población de Salou efectuó varias manifestaciones durante el año en que la niña estuvo desaparecida, pues en general se temía que Tamara hubiese sido secuestrada. Los resultados de ADN, que confirmaron que el cadáver aparecido en el domicilio de Cerrillo era el de la niña, causó una gran consternación en esta población turística y en la provincia de Tarragona, hasta el punto de que el Ayuntamiento de Salou decidió comparecer como acusación particular.
Hasta que apareció el cadáver de forma fortuita, la Guardia Civil carecía de pistas sobre el paradero de Tamara Navas. Incluso, durante la investigación, llegaron a publicar que la niña necesitaba unos medicamentos para el asma para provocar la aparición del presunto culpable.
El único detenido por el caso, Juan Miguel Cerrillo, permanece ingresado en la cárcel de Tarragona en régimen especial y aislado del resto de internos.
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