Robredo, un inconformista frente a EE UU

Pese a los malos augurios que rodean la eliminatoria de los cuartos de final de la Copa Davis que España jugará contra Estados Unidos en Houston, del 5 al 7 de abril, Tommy Robredo no se resigna a aceptar el pesimista pronóstico. Es un incorformista. Lo ha sido desde que se convirtió en profesional. Esa rebeldía le ha permitido alcanzar ya, a sus 19 años, cotas inasumibles para otros tenistas.

Ahora, 36º del mundo, Robredo afronta un nuevo reto. Ha sido convocado por el G-3 (grupo de capitanes españoles) para jugar sobre hierba ante el equipo más potente del mundo. Y nada le perturba. Al contrario. Será su debú en esta complicada competición y es el más joven del equipo. Pero las carambolas del destino le han dejado casi como fijo para los partidos individuales: la baja de última hora de Juan Carlos Ferrero, con un problema en su pie derecho que le tendrá un mes en paro, le concede una plaza al lado de Àlex Corretja. Joan Balcells y Beto Martín, que debuta como sustituto del valenciano por la lesión de Carlos Moyà, pueden disputarse una plaza para el doble.

'Es una gran oportunidad para mí', aseguró ayer Robredo en una conferencia de prensa telefónica desde Miami; 'me encantaría jugar porque es una eliminatoria con grandes alicientes: hierba, en EE UU y contra Pete Sampras, mi ídolo. No tenemos nada que perder. Jugaremos sin miedo y pensando que tenemos opciones'.

Donde mejor se desenvuelve Robredo es en la tierra batida. En ella ganó el torneo de Sopot y fue finalista en el de Casablanca. Pero la progresión de su juego en 2001 le abrió otras superficies. En hierba debutó en Hertogenbosch y llegó a las semifinales. Y en Wimbledon pasó una ronda. En Houston lo tendrá más difícil. Sus rivales serán probablemente Sampras, el rey de la catedral, y Todd Martin -Roddick tiene molestias en una mano y es duda-, pero a éste ya le ganó en el Abierto de EE UU en septiembre pasado.