La plataforma en defensa del 'gaztetxe' se manifiesta hoy en Vitoria por su conservación
Desde hace medio año, el gaztetxe de Vitoria es centro de vontroversia. Este edificio, situado en pleno casco viejo de la ciudad, y okupado desde 1988, es uno de los lugares estratégicos elegidos por el actual equipo de gobierno municipal para rehabilitar la parte histórica. Pero, al mismo tiempo, es un referente simbólico para numerosos sectores de la ciudadanía que abogan por su mantenimiento.
Así lo refleja el listado de personas y organizaciones que respalda la manifestación que se ha convocado hoy a favor de su conservación. Entre los firmantes se encuentran todos los sindicatos, partidos políticos (excepto PP, UA y PSE) y personajes como el ex alcalde José Ángel Cuerda, los músicos Bingen Mendizabal o Ruper Ordorika, y los escritores Iban Zaldua y Patxi Zubizarreta.
Este respaldo diverso es consecuencia de las peculiaridades de este centro autogestionado, uno más de los que surgieron en el País Vasco en los últimos años de los ochenta. Entre las singularidades del gaztetxe de Vitoria está la relación que mantuvo con el anterior respnsable municipal, José Ángel Cuerda, bajo las siglas del PNV o EA. Mientras en Bilbao, por ejemplo, el Ayuntamiento, también nacionalista, siempre se enfrentó a su gaztetxe, Cuerda llegó a acuerdos con las distintas asambleas de jóvenes.
La llegada de Alfonso Alonso (PP) a la alcaldía de Vitoria supuso una inflexión en estas relaciones. El alcalde se mostró, en principio, partidario del derribo del edificio. Esta decisión fue mal recibida por el resto de las fuerzas políticas por su calificación como construcción histórica. En la actualidad, el equipo de gobierno municipal considera que la ciudad necesita la casa para nuevos usos que recuperen el casco viejo. Y no hay que olvidar la partida que se incluyó este año en los presupuestos para la habilitación de un centro autogestionado por los jóvenes.
Pero quizás lo que más llame la atención en este caso es la base social que respalda al gaztetxe, más abierta que en otros conflictos con casas ocupadas. El gaztetxe vitoriano se ha ido remozando con los años y ofrece una imagen más digna que otras casas similares. Está ubicado en un lugar apartado que evita conflictos expresos con el vecindario, y sus moradores han respetado los acuerdos verbales a los que llegaron con Cuerda. En su contra, está la vinculación expresa que mantiene con las consignas de Batasuna. De momento, el futuro del edificio está en el aire.
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