Seis novilleros de golpe

Seis novilleros que disputan entre ayer y hoy tres puestos para la final que se celebrará el próximo sábado. La modalidad de ver a seis novilleros con un novillo cada uno puede parecer muy vistosa, mas le falta algo. Y ese algo es que el azar es demasiado veleidoso para saber que un toro puede salir mal o bien y no hay oportunidad de ver torear otro toro en ese mismo festejo.

Raúl Cano, con la ayuda de los bilbaínos que fueron a aplaudirle, empezó su faena con dos pases cambiados en el centro del anillo. Después instrumentó dos derechazos y un ayudado por alto muy templados. Como fueron templados los naturales, aunque el novillo carecía de fuerza. Gustó por el temple que tejió en derechazos y naturales.

Javier Valverde es un torero cuajado, con sitio. Su faena la inició con cuatro derechazoss ligados y muy templados, rematados con un ayudado por alto muy largo, pero a partir de ahí se acabó el temple. Su faena a base de derechazos y naturales tuvo largura, sin embargo se echó en falta el temple que atesoró en los cuatro primeros derechazos. Sí hay que atribuirle el hecho de que se le ve torero y con oficio. Remató su faena con tres trincherazos y un ayudado por alto.

El francés Julien Lescarret por mucho que vengan los autobuses con franceses a animarle, dejó patente en el albero donostiarra que está muy verde para esto del toreo. Su faena estuvo muy deslavazada, le desarmó en algún momento y sus pases aunque algunos fueron largos, otros muy tropezados y casi todos ellos excesivamente rápidos. Es verdad que le tocó en suerte el novillo más complicado de la tarde, dicho en su descargo.

Salvador Vega recibió a su primer novillo con capotazos rodilla en tierra, para después rematar con dos lances muy buenos y dos medias también buenas. Lo mejor de su actuación lo calibramos como un trasteo excelente y un ayudado por alto largo y hondo. El toro era manso e iba de un lado para otro. Pudo sacarle cuatro tandas de derechazos y dos de naturales poniendo la muleta en el hocico para que no se fuera. Anotamos pases largos, algunos de calidad, otros densos y desmayados, no obstante se pasó en la faena e instrumentó algunos muletazos excesivamente mecanizados. Remató la faena con ayudados rodilla en tierra.

César Jiménez es un torero que descubrió el ganadero Victorino Martín y que desde entonces trae aureola de ser un muchacho que va para figura. Por lo visto ha cambiado de apoderado, ya no le apodera Victorino. Algo de esto debe haber porque recordamos que el año pasado estaba mucho más puesto, mucho más torero, pese a que en rigor debería estar más inmaduro. Pues no. En la tarde-noche de ayer anotamos cuatro tandas de derechazos, unas ejecutadas con largura y ligadas y otras sin ligar tanto y alguna regular. Ejecutó unas manoletinas ajustadas.

El mexicano Arturo Macías no estuvo lo bien que se esperaba de él. Sus faenas estuvieron ejecutadas con las dos manos, fueron aseaditas sin más. Algún natural bueno y otros muletazos demasiado tropezados.