Muere un menor en Ourense tras confesar haber tomado 'pastillas y porros'
Un muchacho de 15 años murió el pasado domingo en un centro de acogida de menores de Ourense, horas después de ser detenido por la policía local, a la que confesó haber tomado 'algunas pastillas y fumado unos porros'. El joven apareció moribundo en su habitación de la residencia Montealegre, adonde le había llevado la policía de madrugada, tras denunciarse su desaparición. Un hermano del fallecido, de 17 años, también necesitó asistencia médica, aunque fue dado de alta.
La Consejería de Familia de la Xunta de Galicia, a la que pertenece el centro donde murió el adolescente, se limitó a informar de que la causa de su fallecimiento fue 'una intoxicación derivada de la ingestión de diferentes sustancias tóxicas'.
Los dos hermanos estaban ingresados en distintos centros de menores. E.G.V, el fallecido, vivía en la residencia Montealegre, propiedad de la Xunta, y su hermano V.F.V. era interno en el centro Monte Fiz, de gestión privada. Ambos salieron el sábado por la tarde: el pequeño, con su permiso habitual para ausentarse entre las 15 y las 20,30 horas, y el mayor, en 'salida educativa', bajo supervisión de un educador. El hermano mayor logró 'burlar' a su acompañante, según la versión oficial, y huyó para encontrarse con su hermano, con el que probablemente ya se había citado.
Detención
El centro donde estaba ingresado el hermano pequeño comunicó su ausencia a la policía autonómica. Pero fue una patrulla de la policía local la que logró localizar a los dos adolescentes, de madrugada. Los agentes les sorprendieron cuando se disponían a lanzar una piedra contra el parabrisas de un coche, supuestamente con la intención de robarlo, según fuentes de la investigación. Los policías, según esas fuentes, se percataron de que habían ingerido alguna sustancia estupefaciente. Una vez en comisaría, ambos confesaron que habían fumado 'unos porros' y tomado 'algunas pastillas'. Cuando los agentes les advirtieron de que deberían tener cuidado con las pastillas, los muchachos respondieron que se las compraban a 'personas de confianza'.
Los hechos se comunicaron a la fiscalía de menores, que sobre las tres de la madrugada ordenó que los hermanos fuesen trasladados a sus centros. Según la Xunta, el personal de las residencias no advirtió 'ninguna anomalía durante las rondas nocturnas de control'. Pero, a primera hora de la mañana, E.G.V. no fue a desayunar. Los trabajadores del centro le encontraron tendido en su cama y en muy mal estado. Se avisó a una ambulancia, pero el chico ya ingresó cadáver en el Complejo Hospitalario de Ourense. Aunque al fallecido ya se le ha practicó la autopsia, la única información oficial ha sido la nota de la Consejería de Familia que atribuye la muerte a 'una intoxicación' por 'diferentes sustancias tóxicas'.
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