17 entidades sociales de Mataró firman un manifiesto antirracista

El rechazo al colectivo de inmigrantes cada vez más frecuente en algunos barrios de Mataró, visible con la aparición de panfletos xenófobos y el nacimiento de movimientos vecinales en contra de la población musulmana, ha provocado la reacción de otra parte de la ciudadanía. Diecisiete entidades del municipio, desde sindicatos hasta asociaciones de vecinos y grupos de inmigrantes, han suscrito un documento para evidenciar que estas actitudes de tinte racista no son generales ni cuentan con el apoyo unánime de la población.

El escrito, bautizado como Manifiesto por la convivencia, considera que estas posiciones negativas 'se entienden como el resultado de la mezcla y la interacción de diversos elementos, como el miedo, la inseguridad, la degradación de la calidad de vida en las familias y barrios, la xenofobia y los prejuicios' que algunos ciudadanos albergan y que se fundamentan en 'previsiones alarmistas sobre los desastres y las calamidades que la instalación de una mezquita comportaría'.

El documento, presentado ayer, es un claro apoyo a los inmigrantes que últimamente han realizado gestiones para conseguir un lugar adecuado donde poder poner en práctica su religión, concretamente con la construcción de pequeños centros de culto en los barrios donde se han establecido mayoritariamente.

Los firmantes del manifiesto, sin embargo, no se refieren explícitamente al colectivo islámico y, generalizando, consideran que 'las aportaciones de los recién llegados no han de ser vistas como un frente de conflictos o amenazas, sino como semilla de un futuro compartido de esperanza, bienestar y convivencia en el respeto y la diversidad'. Precisamente, los ciudadanos han de ser la pieza clave para conseguir que la convivencia sea real y por eso el manifiesto insta a la población a 'rechazar los cantos de sirena de los que aspiran a convertir nuestros barrios en una selva, enfrentando a unos con otros y creando víctimas propiciatorias del odio y la discriminación mediante la manipulación de la realidad, la difusión de estereotipos falsos y la elaboración de seudoargumentaciones difamatorias'.

Para conseguir el buen entendimiento, el manifiesto propone una serie de medidas entre las que se cuenta la necesidad de hacer más firme la convivencia entre barrios y el respeto hacia las diferentes expresiones religiosas y culturales de los colectivos y entidades sociales. Todo esto, con el compromiso 'firme y decidido' de todas las instituciones públicas, de las organizaciones políticas y del conjunto de la sociedad. Un paso que pretenden conseguir exigiendo que 'las instituciones políticas afronten decididamente los problemas de fondo' con políticas educativas, urbanísticas, de vivienda, laborales y de servicios sociales.

En solidaridad con los que han llegado recientemente a España, el documento recuerda que la sociedad catalana 'ha sido históricamente buena conocedora de los problemas y los retos que plantea la inmigración. En una épocas ha sido buena receptora; en otras, ha sido nuestra gente la que ha tenido que buscar una vida más digna y un mejor futuro para sus hijos lejos de nuestra tierra. Así se ha hecho, hasta hoy, en la Cataluña que conocemos'.

El ánimo de los firmantes, según afirman contundentemente, no es levantar una 'guerra contra nada ni nadie', ya que el objetivo es conseguir 'la libertad, la justicia, la dignidad y el respeto cívico'.