Conservadurismo ecológico
Parece cuando menos sorprendente que un Gobierno como el español, actualmente, pueda ser tan conservador en determinados valores (familia, Iglesia, enseñanza, pluralismo territorial y cultural, inmigración...) y, en cambio, justificar desde una óptica claramente neoliberal una aberración ecológica como es el trasvase del Ebro, asociado a su Plan Hidrológico Nacional.
El PHN plantea el modelo hidrológico como si se tratase de una política monetaria o cualquier otra política de oferta: como si se hubiera exportado el paradigma más genuinamente neoliberal y economicista a la gestión de los recursos hídricos. ¡Esto no es precisamente ser muy conservador con los recursos naturales!
Sospecho que la política hidrológica y, por extensión, medioambiental del PP no es ni neoliberal ni conservadora, sino que sencillamente no existe: se trata de un recurso natural como el agua como si fuera una cuestión meramente financiera... Y lo más sorprendente, y para mí indignante, es que por parte de nuestro Gobierno autónomo el negocio pueda parecer interesante.
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