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La directora del IAM destaca el XXI como 'el siglo de las mujeres' en la entrega de los premios Meridiana

Una doctora en filosofía, un grupo de mujeres que conquistaron su propia libertad con algunas décadas encima, una periodista, seis empresarias arroceras y una militante feminista y socialista que impulsó una de las primeras casas de acogida para mujeres maltratadas de todo el país recibieron ayer los premios Meridiana, que concede el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) para distinguir a quienes destacan por su defensa de la igualdad de géneros.

Durante su intervención, la directora del IAM, Teresa Jiménez, admitió que todavía quedan asignaturas pendientes en la lucha contra la discriminación de las mujeres, aunque recalcó que el XXI es 'el siglo de las mujeres'. También el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, elogió el papel que han desempeñado las mujeres en Andalucía en los últimos 20 años, a las que atribuyó el mayor protagonismo en el cambio registrado en ese tiempo en la Comunidad Autónoma. Zarrías, que clausuró la ceremonia celebrada ayer en el pabellón de la fundación Tres Culturas del Mediterráneo, recordó el salto experimentado por las mujeres en el mercado de trabajo y en las aulas en pocos años, aunque reconoció que aún subsisten desigualdades claras en el mundo laboral. Zarrías hizo hincapié en que la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres es 'uno de los ideales más grandes' y destacó el impulso que proporcionó la llegada de la democracia a esta tarea.

Aprender a decir no

Entre las premiadas en Sevilla por el IAM en esta edición destacaron las mujeres de la asociación Nuevas Ilusiones, del barrio de San Jerónimo, por el simbolismo de su trayectoria. En una de las intervenciones más largas, Salud Flores, que recogió la distinción, explicó que habían creado la asociación hace 12 años como una herramienta para poner en marcha cursos de alfabetización en el barrio, que se caracteriza por su origen obrero, los altos índices de desempleo y precariedad laboral. 'La asociación ha sido un punto de partida para sentirnos libres', explicó. La actividad del colectivo es ahora amplia: cursos de alfabetización, manualidades, yoga, teatro o viajes. El logro fundamental, sin embargo, ha sido el proceso de progresiva concienciación de las socias sobre su propias cualidades. 'Hemos aprendido a decir que no y a darnos cuenta de que somos tan importantes como los hombres', dijo Salud Flores.

Junto a la asociación de San Jerónimo también recibió un premio en el apartado de persona o colectivo que destaque en la defensa de la igualdad Gabriela Sánchez Aranda, que impulsó la apertura en Sevilla de la segunda casa de acogida para maltratadas que se abrió en todo el país a través de la Asociación para la Defensa de la Mujer, que había fundado. Es vicepresidenta de la Plataforma de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres y confundadora de Mujeres de Negro. Después de recibir el premio, destacó que las mujeres han aprendido a trabajar 'en red' y dedicó una mención especial a los palestinos y saharauis.

La periodista Mercedes de Pablos, distinguida en la modalidad de medios de comunicación, dijo que interpretaba el premio 'como un compromiso' con la lucha por la igualdad. Llenó su discurso sin embargo de mensajes optimistas sobre los cambios experimentados en la sociedad y las huellas que lo delatan, entre las que citó la avalancha de mensajes recogidos por Amnistía Internacional contra la lapidación de la nigeriana Safiya. 'No estoy dispuesta a que las cosas me pasen por encima', recalcó.

En el apartado empresarial, el IAM distinguió a una cooperativa formada por seis mujeres en Isla Mayor para producir arroz blanco de alta calidad en la comarca. María Rosario Valle, después de recoger el galardón, destacó que es 'difícil meterse en un mundo de hombres'. La cooperativa Tierras Arroceras de Sur cultiva 35.000 hectáreas y se ha convertido en la primera empresa comercializadora establecida en la zona arrocera. En educación y cultura, se otorgó el premio a la doctora en Filosofía y feminista, Amelia Valcárcel.

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